Ni Pako era la solución, ni Ayestarán el problema, y Peter Lim lo vio en Mestalla

El Valencia que se enfrentó al Villarreal bien lo podría haber dirigido Gary Neville, con lo que queda claro que el problema es otro

Toni Hernández | 01 MAY. 2016 | 22:09

Pako Ayestarán ganó 3 partidos claves, Sevilla y Eibar en Mestalla, y el siempre triunfo en el Nou Camp contra el Barcelona, que equivale a vencer a un equipo que lleva toda la Liga sin ganar fuera, el Sevilla, que perdió 3 partidos seguidos en el momento tonto del año, el Barça, y el que llegó a Mestalla con 12 de 48 puntos en las últimas 16 jornadas. Ni le quito mérito a lo hecho, 9 puntos que fueron la temporada, ni tampoco subo a los altares a Ayestarán como ocurrió en Valencia para mi de una forma incomprensible. En Getafe se vio durante muchos minutos al Valencia de todo el año, y lo del Villarreal simplemente fue un desastre mayúscula en una primera parte vergonzante que bien podría haber firmado Gary Neville desde el banquillo. No quiero pensar el pollo que se hubiera montado en el campo si el inglés llega a estar al frente. Jesús García Pitarch, sabiendo que Peter Lim estaba en el campo, tampoco debió pasar un buen rato.

Pako y Suso han sacado al Valencia de un problema gordo, evitando que el año sólo sea horrible y no trágico, algo que hubiera sucedido caso de un posible descenso, y es como cuando te dejas las llaves de tu casa puestas por dentro, llamas al cerrajero de guardia, te cobra un pastizal, te arregla el problema, pero al día buscas uno bueno que te cambie la puerta entera. Así funcionamos en la vida real, y el fútbol no deja de ser una parte más de esa vida real. Hasta el día 29 de abril, Ayestarán era la opción más viable, y no tengo claro que lo visto contra el Villarreal en Mestalla sea una sentencia, como tampoco habría entendido que caso de ganar hubiera sido el pasaporte al paraíso, pero quizá no es lo que el Valencia 2016/2017 necesita. Cada día lo tengo más claro, igual que tengo claro que Pako debe seguir en el club.

No entendí la campaña bestial a favor de Ayestarán, que me cae bien, le tengo aprecio personal y respeto profesional, que no tiene nada que ver, y ahora no entendería que se le matara después de ver que no, que no se puede, que las 3 victorias fueron la inercia que todos, hasta los que bajan, tienen todos los años, y con eso se salvaban los muebles y fin de la historia. Hay un reto muy gordo por delante, levantar Mestalla. Un campo con una gran entrada y un gran silencio, pasividad, casi pasotismo. A esa gente hay que dedicarle trabajo, esfuerzo y aciertos, y el primero es elegir bien quién se sentará el año que viene en el banquillo, y sobre todo también lo que habrá en el césped, que siempre es la madre del cordero por muchas vueltas que le queramos dar.