Si el Valencia renueva a Feghouli, ¿no sería llevar la contraria a Mestalla haciendo un Neville?

La historia de la renovación de Feghouli con el Valencia es como esos culebrones de mil capítulos, en el que todos los personajes cambian de pareja, mueren, resucitan, y que si te pierdes algún episodio, al principio no te enteras, pero en un rato todo vuelve a ser igual, y lo de argelino es eso: ahora renuevo, ahora no, ahora si, ahora me voy a Turquía, bueno no, espera que me voy al Inter, mejor me quedo, espero que me llamen, no pienso llamar, ahora me cabreo, me voy a París y llego tarde, la afición me pita, pues me enfado y no entreno. Y estamos hablando de un tipo que quiere renovar cobrando 2-3 millones de euros netos. De su calidad no hablamos, no se discute, pero todo lo demás debe pesar mucho. Y un factor determinante. Cuando Mestalla sentenció a Neville era cadáver deportivo, y así sucedió. Pues con Feghouli, Mestalla también ha hablado, y no muy bien.

Ovación para Santi Mina y pitada a Feghouli https://t.co/VejXTefsUg

— Juanjo Toledo ® (@Juanjo_Toledo) 10 de abril de 2016

Es un buen jugador, que podría llegar a gran jugador, pero siempre hay algo que lo impide: su cabeza, las lesiones, la Copa de África, su irregularidad, su carácter. Hay para elegir, y con un nuevo contrato en esas cifras, hay determinadas cosas que no se pueden dejar al margen. Que su agente esté llamando a diferentes medios para decir que ellos se sientan a negociar de nuevo seguir me parece lícito, pero igual de lícito es que yo piense que eso puede ser, desde una estrategia para presionar a los que están negociando también con él para firmarlo el año que viene, hasta un gesto para que Mestalla no le vuelva a pitar y él pueda jugar de aquí hasta el final de la temporada. O incluso que de verdad quiera seguir, pero si eso era así, ha tenido muchos meses para decidirlo y cerrarlo.

No soy nadie, ningún periodista lo es, para decirle al Valencia lo que debe o no debe hacer, pero sí entiendo que cuando hace apenas dos semanas se ponía el grito en el cielo cuando Mestalla pedía la cabeza de Gary Neville y todo el mundo tenía claro que eso era definitivo, en el caso de Feghouli el tema está igual de claro, aunque está claro que el argelino tiene más amigos en Valencia que el inglés, que no tenía ninguno. Supongo que ahora se usará el mismo criterio... Ironía, sin duda, porque no está siendo así. Presentar a Feghouli como el demonio es tan injusto como hacerlo como corderito. Ni una cosa ni otra, que lleva ya muchos años aquí. Pero si el santuario habla...