Negredo salvó al Valencia en el último suspiro (2-1)

El Valencia ganó de forma agónica a un Sevilla que reaccionó en la segunda parte. Negredo llevó la tranquilidad a Mestalla en el tiempo de descuento.

Jose Hernández | 10 ABR. 2016 | 18:14

Mestalla no falló y por primera vez pudo disfrutar de un desenlace feliz, el 2-1 final hizo justicia a lo visto durante el cómputo general del partido y aleja al Valencia de los puestos de descenso, el equipo demostró la actitud que le faltó durante toda la temporada y encontró la suerte con un golpe de fortuna en el tiempo de descuento.Parejo y Negredo fueron los autores de los dos goles valencianistas.

El Valencia respira gracias a la victoria ante el Sevilla. Negredo se convirtió en el gran salvador justo cuando el equipo más lo necesitaba, los de Pako Ayestarán lucharon durante todo el encuentro y encontraron un premio merecido justo cuando el encuentro tocaba a su fin. La afición valencianista recibió a su equipo tal y como se esperaba, la conjura hizo efecto y Mestalla presentó el ambiente de las grandes ocasiones. Los primeros minutos fueron de tanteo pero muy pronto el Valencia comenzó a imponer su ritmo ganando en intensidad. Las ganas por llegar a la portería contraria provocaron que el dominio se intensificara, pero la imprecisión en el último pase y en el remate impidieron una ventaja mayor en el primer tiempo.

El Sevilla reservó a Konoplyanka o Gameiro, dando entrada a un Llorente que no recibió balones y actuó casi como un defensa más en los primeros minutos. Los de Emery no aparecieron en la primera mitad, una puesta en escena que terminó pasándoles factura. El Valencia explotó las bandas con llegadas constantes de Barragán y sobre todo de un Santi Mina que se vació, El gallego lo intentó de todas las formas posibles, incluso rematando de chilena, pero Sergio Rico desvió todas las opciones de gol y se convirtió en el mejor hombre de su equipo. La movilidad de Alcácer también hizo mucho daño, pero el Valencia adoleció de contundencia en el disparo. Cuando ya se aproximaba el descanso, Parejo dispuso de una falta cercana al área y no la desaprovechó, eso sí, con la inestimable ayuda de la barrera, el disparo supuso el primer gol del encuentro y la ventaja pudo ampliarse con un disparo posterior que golpeó en el palo. El Valencia se retiró entre aplausos de un público entregado.

En la segunda mitad el guión cambió, ya que los sevillistas mostraron otra cara y despertaron. Banega dispuso de una buena ocasión al comienzo en la que Alves respondió bien, Llorente falló otra en boca de gol antes de ceder su puesto a Gameiro. El Valencia intentaba responder parando el juego, pero las fuerzas iban decayendo cada vez más. Como decimos, Gameiro cambió el partido e imprimió una marcha más que el Sevilla notó. Emery se la jugó y en la última media hora fue con todo a por el empate. Mientras tanto, Santi Mina abandonó el partido entre aplausos, Mestalla agradeció su entrega. Su puesto fue ocupado por un Feghouli que se llevó los pitos de la grada, la única bronca de la tarde. Cuando el Valencia acariciaba el triunfo, Gameiro silenció Mestalla con un disparo al primer palo ante el que nada pudo hacer Alves. Otra vez volvía la pesadilla y el miedo al recinto valencianista.

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Restaban cuatro minutos y el gol espoleó a un Sevilla que se vino arriba en busca de la victoria. Pero entonces el Valencia encontró la suerte que le ha faltado durante toda la temporada. Forzó un corner y posteriormente una falta cerca del área sevillista. Parejó envió al área y en medio del forcejeo Negredo fue el más listo de todos. Su gol acerca al Valencia a la salvación y permite respirar a los de Pako Ayestarán, un 2-1 muy trabajado en una tarde de infarto.