Jaume Doménech o cuando ser una buena persona en el fútbol no es bueno

El Gato de Almenara se vuelve a quedar fuera de la convocatoria con Ayestarán y su rol ya es únicamente de tercer portero

Toni Hernández | 09 ABR. 2016 | 20:45

Hace unos días hablaba con Jaume Doménech, justo después de la primera lista de Pako Ayestarán, en la que se quedaba fuera otra vez, y de toda la conversación contaré una cosa que habla bien claro sobre cómo es este fenómeno en todos los sentidos: “si el futuro tiene alguna duda conmigo, se la quitaré con un par y trabajo a tope, como siempre”. La frase no es del todo literal, porque era más explícita todavía, pero creo que se entiende bien. Derrotar el espíritu de este chaval es imposible, es algo que nadie podrá hacer de ninguna manera, y cuando se junta que lo sabes, que lo conoces, y que con él se ha cometido la mayor injusticia deportiva que recuerdo en años, primero se me parte el alma, y luego pienso que ser buena persona en el fútbol es lo peor que puedes ser. Pero él además es portero del Valencia.

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Imaginemos a otro en su lugar. Primero como tercer portero a sabiendas, sino cuarto, porque por delante estaban Ryan y Joel, y Diego Alves con 9 meses de recuperación por delante. Le vi en agosto en la Ciudad Deportiva de Paterna, “Toni, voy a jugar, lo sé, me va a llegar”. Y le llegó, y se salió, y fue el mejor jugador del Valencia hasta Navidad, porque sus paradas mantuvieron vivo al equipo en Liga y en Champions, y ganó más partidos que los que meten los goles, y aún a fecha de hoy, con él bajos los palos se llevan más victorias que con los otros dos porteros juntos. ¿Dato demagógico? Contrastable, sin más. Y si duele, más lo hace el ver al tercero por la cola a 6 puntos.

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Pero Jaume es buen tío. Se calló cuando Neville se lo limpió. Se calló cuando se tuvo que comer el marrón del partido de vuelta de Copa contra el Barça, “pero Toni, yo he jugado unas semifinales de Copa con el Valencia en Mestalla contra el Barcelona, eso se lo podré contar a mis hijos”. Hablar con él es hacerlo con alguien que te desarma. Su agente no ha venido con presuntas ofertas de fuera para irse, como sucedió con el de Ryan, o no ha dejado misteriosamente de jugar algún partido (nadie explicó la razón) como Alves. Es más, cuando el día que la Curva Nord y casi 1000 aficionados van a Paterna a ver el entrenamiento, los que se acercan a hablar con ellos son Negredo y Alcácer, capitanes… y Jaume. Personalidad, buen tío y bueno portero, pero que claro, como no las paraba todas todos los partidos, quitarlo era muy fácil… Lo dicho, ser buena persona en el fútbol no es bueno, para nada.