En el Valencia, o nos unimos todos de verdad, o nos vamos a la mierda

Por encima de campañas, de mensajes grandilocuentes, de héroes a los que nadie va a llamar, ahora mismo, hace falta que todo el mundo tenga claro lo que hay en juego

Toni Hernández | 03 ABR. 2016 | 10:07

El fútbol no le debe nada a nadie, porque no tiene memoria, por eso es glorioso y extremo, porque te lo da todo y te lo quita todo, y el Valencia sabe muy bien de eso, porque pasamos de perder dos finales de Champions a ganar 2 Ligas en 3 años, cuando nadie lo hubiera imaginado, y de ser el mejor equipo del mundo a no jugar ni Europa el año siguiente. Sabemos, deberíamos saber, que el fútbol no tiene memoria. Por eso, en la situación en la que está el equipo de Pako Ayestarán, no eres más que el Sporting, el Levante o el Getafe, eres uno más de esa lista que no quiere bajar. Y el valencianismo, todo ese entorno que tantas veces quiere dar lecciones, quiere dar a entender que tiene sentido de estado y altura de miras, debe demostrarlo, y esta vez de verdad.

No es momento de matar a nadie, porque ahora, los cadáveres no podrían apoyar al club en nada. Es el momento de tener la cabeza fría, los pies en el suelo, guardar el orgullo en los pantalones, y tener claro que si el club se va, nos vamos todos detrás de con él. Todos pasaríamos a ser de Segunda, todos, no sólo la institución o los jugadores. Todos los medios de comunicación de esta ciudad, y los nacionales con delegación aquí, que todos nos jugamos lo mismo, debemos tener claro que ahora lo importante no es el dueño Peter Lim, no es si Jorge Mendes manda, o si García Pitarch viaja, o si Phil Neville se va al palco, o si Gary Neville vuelve a la tele, o si Pako Ayestarán es el adecuado o no. Hay que ganar al Sevilla el domingo como si no hubiera mañana, y el que no entienda eso por encima de todo, podrá ser muy buen periodista, muy entendido de fútbol, pero queda muy lejos de ser valencianista. Mucho.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=H7Aj6xImG9E]

Tengo casi 42 años, cuando no tenía aún 12 tuve que vivir aquel sábado por la tarde en el que el Valencia accedió a jugar antes contra el Barcelona en el Nou Camp y perdió 3-0 (los azulgrana jugaban la final de la Copa de Europa que perdieron contra el Steuau en los penaltis, y nosotros fuimos tan tontos que tragamos con adelantar el partido), y el domingo siguiente con esa vergüenza de partido Cádiz - Betis, en la que el empate les salvaba a los dos, y terminó 0-0. Cuando veo o escucho a Poli Rincón dar lecciones de moral sobre fútbol recuerdo aquello y me hierve la sangre. Y tengo bien fresco en mi memoria el último partido en casa de esa Liga, contra el Cádiz, en el que se organizó una procesión fúnebre por Mestalla para hacernos nosotros mismos burla y escarnio por el descenso. Aquello sucedió hace 30 años y marcó a una generación. Muchos de los que ahora tienen de 35-36 para abajo no lo pueden entender porque no lo vivieron, sólo lo imaginan, pero la realidad va mucho más allá de las peores pesadillas. O nos unimos todos, o nos vamos a la mierda. Es el momento de guardar los intereses particulares y apoyar al club por encima de todo. No hay malos ni buenos, enemigos o amigos, hay valencianistas que no pueden dormir y están muertos de miedo. Y eso tiene solución si todos queremos ponerla.

Esta portada, que es una vergüenza por todo, hasta por la falta de la franja azul en el escudo, no puede volver a darse, y eso está en las manos de todos.