Phil Neville es empleado del Valencia, no el hermano de Gary

La demagogia con este asunto me crispa, porque el trato es injusto y no tiene que ver con el parentesco, sino con la valía

Toni Hernández | 02 ABR. 2016 | 15:01

Phil Neville lleva en el Valencia desde este verano, llegó de la mano de Nuno, y desde que aterrizó en Mestalla siempre ha dado señales y muestras de ser un buen profesional, muy unido y comprometido con el club, ejerciendo la labor oscura y de poco lustre que supone ser el segundo, pero siempre efectiva, porque muchas veces, este cargo es más de sicólogo que de entrenador. Ser hermano de Gary sólo significa que tienen la misma madre, no que sean lo mismo, iguales o tan si quiera parecidos, y que el primero se haya marchado a casa, no tiene porqué necesariamente suponer lo mismo para el segundo. Es una lectura, en mi modesta opinión, demasiado simple. No se juzga el parentesco, sino la valía que pueda tener un profesional.

Veo que hay cierto escarnio con él, amén de mofas junto a su hermano que pueden llegar a ser hasta cierto punto comprensibles, pero difícilmente sabremos donde está el límite de ese tipo de cosas. Vamos, pensamos que no lo hay. Pako Ayestarán ha decidido que sólo trabaje en el día a día en la Ciudad Deportiva, y me parece perfecto porque él se ha traído a su gente de confianza, como debe ser, y con tipos de club, como Ochotorena, que siempre suman los intangibles. Pero si Phil Neville ya no está en un banquillo, o si ya no viaja, o si verá los partidos desde el palco, no es, no puede ser, por sus lazos de sangre con Gary, sino porque valga o no valga. Juzgar a la gente porque tiene los mismos apellidos, además de injusto, es absurdo.

Debe ser la dirección deportiva la que decida si Phil Neville es válido para el club o no, no su pasaporte o sus familiares. Hablamos de alguien que no es un don nadie en el mundo del fútbol, que tiene un bagaje que ahora mismo no suma toda la plantilla del Valencia junta, y que por lo tanto no podemos descartar simplemente porque su hermano haya demostrado que no era el hombre idóneo para dirigir al equipo. La broma, un rato, está bien, pero deberíamos intentar ser un poco más serios en ciertos análisis.