Los Manolos mienten sobre la afición del Valencia, otra vez

La burla grotesca de este programa, con dos periodistas presuntamente serios al frente, empieza a ser cansina y maleducada

Toni Hernández | 01 ABR. 2016 | 17:00

El programa de Cuatro, de Deportes Cuatro, Los Manolos TV, dirigido por Manolo Lama y Manu Carreño, que como cualquier otro contenido hecho con dinero privado es muy libre de decidir sobre qué informar, cómo y cuánto, sin entrar en el dudoso gusto de algunos contenidos que han emitido como la famosa mofa de un mendigo, lo que no puede de ninguna manera es mentir, manipular ya depende de lo manipulable que sea cada cual, pero mentir, y especialmente con respecto al Valencia, a la afición del Valencia, a lo que ocurre en Mestalla, eso es deshonesto, es asqueroso, aberrante, queda lejos del periodismo, y desde luego, es para que desde aquí se tomaran medidas porque se insulta a toda la afición. Sería un buen momento para que el club de Peter Lim mandara un mensaje respecto al trato que se le da al club, ya no en base a si tiene más tiempo o menos que Madrid o Barcelona, sino en que no se puede mentir ni faltar al respeto a sus seguidores.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=QtgLVXijqio]

A Rafa Benítez NO SE LE CANTÓ EN LA VIDA, eso es mentira, es manipular, pero por encima de todo es mentir. A Valverde y a Unia Emery tampoco, aunque por supuesto se les exigió ganar, como pasa en todos los campos del mundo, y parece mentira que ellos no lo sepan quedando tan cerca el Santiago Bernabéu, donde se pita y se echa a todos los entrenadores, no sólo que no ganan, sino que no son guapos o con los ojos azules. ¿Hablamos de Del Bosque, por ejemplo? Por no entrar en la guarrada máxima a Rafa Benítez, que bueno, como es buen chico, no la comentamos.

Hablad del Valencia como queráis, de lo que queráis y manipulad o tergiversad lo que os venga en gana, pero no mintáis, no insultéis a la afición del Valencia, porque esa es intocable, esa está por encima de todos vosotros, y os debéis limpiar la boca antes de hablar de ella. Da rabia, genera impotencia y mucho cabreo, porque aquí somos como somos, muy nuestros, pero no somos bichos raros, gente extraña. Sólo aficionados al fútbol que quieren ver ganar a su equipo, siempre, y que cuando no ocurre se cabrean y lo dicen.