Lim, habla con la afición del Valencia, no temas a Mestalla, míralo de frente

Los momentos extremos marcan a las personas y a los proyectos, y ahora mismo el Valencia tiene ese punto de inflexión que dirá hacia dónde va

Toni Hernández | 21 MAR. 2016 | 00:16

Tengo aprecio a Peter Lim, y le tengo fe, y por ello, le quiero decir una cosa, y es que la afición del Valencia no muerde, pero se enfada cuando no gana, y se cabrea mucho cuando pierde, y si pasa en Mestalla, y hasta 3 veces seguidas en medio de una temporada en la que todo sale mal, mucho más. Si hay alguien en este país, incluso en esta ciudad, que no entiende lo que quería decir el campo tras el Valencia 0-2 Celta, es que no conoce a esta afición, o la toma por tonta, o uno de mis favoritos: le quiere decir lo que tiene que hacer. ¿Quieren a Gary Neville fuera? Pues no tengo claro si eso o que el equipo empiece a ganar partidos y no padecer más. Está claro que al inglés no lo quieren porque no gana a nadie, aunque el problema es que lo que hay en el césped tampoco.

No hay que temer a la afición del Valencia, hay que respetarla. Y el respeto no es sólo que si piden una cabeza se le de, como algún análisis muy básico de todo podría hacer pensar. Esto que voy a escribir ahora mismo se lo he dicho al propio Valencia, a quien sea da igual. “Sacad al gran jefe, que hable a la gente, que él sea quien pida la unión de todos, pero que lo haga él, matas a los que quieren matarlo y se saca esto adelante para que el proyecto siga vivo”. Es textual, es por escrito, es mi forma de pensar. No sé lo que hará el club, porque cuando uno está en una de este estilo, pensar es duro, cuesta, no ves ni lo que tienes delante. Y por supuesto, todos los que te rodean tienen claro lo que deberías hacer, porque no son ellos los que deben decidirlo.

Lejos de buscar sangre, porque soy de los piensa que en este club ya ha habido bastante, y que en el fútbol las decisiones simplemente salen bien o mal, no son buenas o malas, lo que a mi me gustaría sería un dueño cercano, que hablara al valencianismo de cara, de frente. Quizá habría que decir alguna cosa que no gustara, pero la sinceridad siempre tiene premio. El debate entiendo que es más encarnizado si lo centramos en la capacidad de Neville para ser el entrenador, pero si uno tiene amplitud de miras, que no es obligatoria, debe ir más allá. En juego hay muchas cosas, porque el proyecto no acaba con el Valencia campeón de Liga o en Segunda, como Neville, Nuno o mi tía Carmen en el banquillo. Ver esto cuando se está calienta como una tea no es difícil, es imposible. Por eso, ahora mismo, el único que pondría calma, que enfriaría las cosas yendo de frente, es Peter Lim. No me hagáis caso, porque al final no sé mucho de casi nada, aunque igual, después de estar viendo durante más de 20 años situaciones de tensión, tan loco no estoy.​