Cañizares, cuando Llorente arruinó dos veces al Valencia, no te oí nada de "mentira, especulación y maltrato"

La crítica siempre es positiva, si viene de quién debe ser referente más, pero cuando uno ha sido partidista, tiene que taparse en algunas cosas, porque canta la gallina

Toni Hernández | 13 MAR. 2016 | 21:59

Es curioso, o quizá no tanto, que en 48 horas, Cañizares y Albelda se hayan puesto de acuerdo para atizar a los que mandan ahora en el Valencia, siendo David más explícito citando a Peter Lim, y más misterioso Santi (lo suyo), sin nombrarlo de forma directa, pero hablando de él. El primero iba con Cerberus, no digo nada más, y era rival de Lim en la lucha por comprar el segundo. El segundo, simplemente, tiene vacíos de memoria que puedo ayudarle a completar. Todo ello sin ningún tipo de ganas de más guerras, que yo ya estoy para mayor para perder el tiempo en bobadas.

Cañizares no habló de “mentira, la especulación y maltrato” cuando en 2004, con el Valencia de Manolo Llorente al borde de la quiebra técnica y el concurso de acreedores, tuvo que llamar a Bautista Soler, y éste después de a su hijo Juan, para que, firmando como avalista, pudieran sacar al club del pozo económico en el que estaba. Pozo en medio de la mejor racha deportiva de la historia y después de la venta de todos los activos que tenía el club por cifras casi indecentes (Mendieta 50 kilos, Farinós 20, Gerard 18). Cuando se llamó al constructor, cuando Beatriz Delgado, la secretaria del Consejo y mano derecha de Llorente llamó a Dori, la pareja de Bautista Soler, no te oí decir nada.


Es curioso, o quizá no tanto, que en 48 horas, Cañizares y Albelda se hayan puesto de acuerdo para atizar a los que mandan ahora en el Valencia, siendo David más explícito citando a Peter Lim, y más misterioso Santi (lo suyo), sin nombrarlo de forma directa, pero hablando de él. El primero iba con Cerberus, no digo nada más, y era rival de Lim en la lucha por comprar el segundo. El segundo, simplemente, tiene vacíos de memoria que puedo ayudarle a completar. Todo ello sin ningún tipo de ganas de más guerras, que yo ya estoy para mayor para perder el tiempo en bobadas.

Tampoco te oí en 2009, cuando Llorente, volviendo a vender todos los activos del club por cifras más bestias que 5 años antes (Villa 40, Silva 35, Mata 32), llevó al Valencia de nuevo al borde de la quiebra. Si, venía de la gestión de Juan Soler, que había dejado estos jugadores, un viejo Mestalla recalificado y un segundo para terminar. Pero después de más de 200 millones en ventas y 90 más de una ampliación de capital en la que se mintió a los accionistas y se cubrió con dinero público, ahora investigado por Bruselas y con mala pinta, Llorente tuvo que llamar a alguien porque el Valencia se moría, no podía pagar las nóminas, estaba más al borde que un lustro antes de la quiebra técnica. Ahí no había “mentira, especulación y maltrato”.

Cuando uno ha tomado partido, debe ser consciente y consecuente. Que Lim está haciendo cosas mal, y otras muy mal, es tan cierto como que el Valencia sin él ahora mismo sería un solar. Y que obras son amores y no buenas razones. Quizá, si algunos que se hincharon a ganar dinero gracias al Valencia, y su rendimiento, hubieran invertido en el club, incluso tomando partido, podrían hablar, hasta con cierta falta de respeto.