Santi Mina, luces y sombras como valencianista

Está ofreciendo su mejor cara desde que llegó, ya que su rendimiento hasta el momento dividía a la afición ¿Qué cara de Mina veremos a partir de ahora?

Jose Hernández | 22 FEB. 2016 | 20:38

Santi Mina cerró ante el Granada su semana más importante desde que es jugador del Valencia CF, el gallego ha sido pieza clave en la reacción del equipo en liga y Europa League, pero su rendimiento a principio de temporada ha dividido a la afición. Una magnífica actuación frente al Rapid le dio el impulso y la confianza que necesitaba, en el campeonato liguero volvió a marcar y todo apunta a que Gary Neville le dará la oportunidad de volver al once el próximo jueves.

El Valencia CF vuelve a sonreír, gracias en parte al acierto de Santi Mina. El gallego no partió en el once titular que Neville dispuso en Granada, pero volvió a estar oportuno en los pocos minutos que disputó. Mina ha generado mucho debate en su primera temporada como jugador del Valencia. Lo cierto es que el futbolista ha dejado destellos de calidad que demuestran que estamos ante un jugador prometedor, pero varios errores puntuales y partidos en los que sencillamente no estuvo a la altura, provocaron que el sector más crítico del valencianismo le juzgara de forma premeditada. Nuno le dio confianza a principio de temporada, y si algo ha dejado claro Mina desde el primer momento, es que la necesita para sacar lo mejor de sí mismo. La fortaleza mental no ha sido uno de sus grandes atributos desde que llegó a Valencia.


Su debut europeo ante el Gent le hizo mucho daño, ya que fue de los mejores jugadores del equipo en la primera parte pero también el protagonista de un error que a la postre sería decisivo. También quedaba latente que Mina debe jugar lo más cerca posible de la portería rival, mientras más lejos de ella o escorado a banda ha participado, más problemas ha tenido para sacar a flote sus virtudes. Mina entró entonces en un agujero negro con alguna luz para la esperanza (su gol ante el Barça por ejemplo), pero a partir de ese momento se convirtió en blanco fácil de las críticas por parte de la grada; su moral descendió y perdió la confianza de Neville (el inglés solo le dio la titularidad en tres partidos de liga hasta el momento). Actuaciones como la de Anoeta frente la Real Sociedad encendieron todavía más a sus detractores.

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Pero Santi Mina es una de las caras de la reacción del Valencia. El pasado jueves volvió a sacar de la chistera a ese jugador brillante capaz de firmar actuaciones tan milagrosas como las de su etapa en el Celta, al Mina que todavía no se había visto en Mestalla. Sus goles y asistencias durante la semana le han permitido ganarse el respeto de la grada, y también reivindicarse en posiciones más cercanas a la portería rival. Recién llegado y con solo 20 años, Mina está en el momento perfecto para ganarse un puesto. Ha recuperado la sonrisa y ha generado ilusión en la afición, algo que no es sencillo en el Valencia actual.