Si yo fuera Peter Lim me plantaba en Valencia ya mismo, y que se agote el papel higiénico

Todos pensamos en él, todo el mundo lo tiene en su pensamiento, porque ahora, el capitán del barco debe agarrar el timón con fuerza, o el barco se va a fer la má

Toni Hernández | 08 FEB. 2016 | 13:20

Peter Lim y el Valencia tienen una historia en común corta en el tiempo, pero más que intensa en cuanto a experiencias vividas, porque desde que el magnate de Singapur entró en escena de la mano de Amadeo Salvo en el bochornoso proceso de venta del club, ha pasado de ser un desconocido, a ser el deseado, a ser idolatrado, y ahora mismo, a ser el foco de todas las miradas inquisitivas de una afición, y de unos medios afines (que tiene y muchos, por herencia), vamos, que todo el mundo le mira a él, todos quieren verle, y especialmente, todos , el Valencia más, necesitan que actúe con mano firme.

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Si yo fuera Peter Lim, que gracias a Dios no lo soy, lo primero que haría ser coger un vuelo a Valencia, y dejarme ver. Hacer un poco como El Cid, aunque ni mucho menos estaría muerto, pero con su sola presencia, porque el jefe siempre acojona, estoy completamente convencido que algunos que están muy relajados iban a poner en tensión su esfínter, y eso, que nadie se equivoque, mejora siempre el rendimiento de las personas, que somos así de imbéciles. Que el jefe esté lejos es un alivio muchas veces, pero el día que pasa por el despacho, ese día se acaba el papel higiénico, y repito, siempre es positivo para todos.

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Llegaría a las oficinas del club y citaría a Lay Hoon, Kim Koh, al entrenador, al director deportivo y a los capitanes del equipo, además de a los responsables de comunicación del club. Todo el mundo en la ciudad debería saber que está aquí, lo que está haciendo y con quién. Tenemos una ventaja desgraciada, y es que el miércoles el equipo no se juega nada, y con esa baza se debe jugar también. También llamaría la reunión, sin lugar a ninguna duda, a Jorge Mendes, que de estar. Este club es especial, es diferente, "es mío y mando yo, coño", podría llega r a decir/pensar, y si Lim confía como ha confiado en Mendes, el superagente también debe formar parte del gabinete de crisis, porque esto es eso, una crisis de manual.

"Gary, querido amigo, lo has intentado, lo has hecho lo mejor que has podido, pero creo que el equivocado he sido yo porque no era el momento adecuado". Sería el siguiente paso. Peter Lim debe tener claro, alguien de su entorno debe decírselo con toda la crudeza del mundo, sin cagarse de miedo, que ni él, ni el proyecto, ni el equipo, ni desde luego el club, se puede permitir que 50.000 personas canten el sábado contra el Espanyol "Gary vete ya", y eso va a ser lo que ocurra si el inglés sigue siendo el entrenador. le diga quien le diga a Lim que no, ¿o acaso no nos conocemos todos? Pero ir al jefe con malas noticias siempre es un marrón, a nadie le gusta ese papelón, porque puede estar enfadado, o le puedes enfadar tu, pero hay que hacerlo, claro que hay que hacerlo, que esto no es el colegio, es un club de fútbol profesional. En ningún caso digo que en el Valencia pase eso, que conozco a casi todos los que sus familias dependen de ese sueldo, y esa gente es para mi sagrada. Pero los puestos cercanos al jefe, lo de confianza, esos deben mojarse, deben ser valientes, en definitiva, deben valer para algo.

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Cuando Peter Lim que es un tipo que entiende las cosas perfectamente cuando se le explican, y de eso doy fe, debe coger a García Pitarch y Mendes y preguntar, "¿quién salva al equipo de aquí a junio?". Sin más, y ponerlo. Y quedarse en Valencia el día del Espanyol, en primera fila, y rezar y apretar todo su cuerpo, como haremos todos el sábado, porque ahí va la vida, y todos debemos ser muy conscientes. Todo esto, claro, si yo fuera Peter Lim...