Vicente Rodríguez Guillén, vuelve a casa

El que fuera, sin discusión, el mejor extremo izquierdo del mundo, podría volver al Valencia para formar a los más jóvenes

Toni Hernández | 09 ENE. 2016 | 16:11

Vicente Rodríguez Guillén, o simplemente Vicente, o más aún, Vicen, es un tipo que pocos conocen de verdad, porque su carácter, introvertido, no le hace cercano, aunque si logras pasar esa barrera, si te acercas a la persona, al buen tío que realmente es, te sorprende, porque no esperas ver ese tipo de persona. En su etapa de jugador, muchos le pusieron la cruz porque no hablaba mucho con la prensa, pero es que como decía él, “tampoco tengo nada que contar”.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=xnutst1muhM]

Fue el mejor extremo izquierdo del mundo, uno de los mejores en su momento. Aquel Vicente 2003/2004 era una especie de bestia descomunal, que se iba a de todo el mundo, que hacía que el campeón de Liga jugara volcado a su siniestra, era un martillo pilón de goles y asistencias. Él mismo, Baraja y Mista llevaron el peso ofensivo de aquel equipo, ya que 39 de los 71 goles que marcó aquel equipazo fueron de esos 3 grandes, que además de jugadores excepcionales, son personas. PERSONAS.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=DxUy48_HonI]

11 años en el Valencia, 319 partidos, 50 goles (14 aquel maravilloso año), y esa puñetera cruz que le persiguió en forma de lesiones desde aquella maldita lesión en Bremen que cortó una trayectoria que no parecía tener techo. Aquel Vicente ya tenía los tobillos hinchados, al límite, casi dormidos de tanta infiltración. Esa es la parte que pocos conocen y menos contaron. Durante 4 años no paró, no descansó, y al final, todo tiene su precio. Desde 2004 hasta que se fue del Valencia, 2011, jugó 151 partidos y marcó 27 goles, sin estar al máximo… Hay quien no llegará a eso ni al 200% de su potencial.

Que vuelva al Valencia me alegra, me gusta, me hace ilusión, porque sé que a él, como antes a Baraja, a Curro Torres, a Angulo, a Mista, estar en su club es su aspiración, es volver a casa, sentirse en casa, y sobre todo, poder aportar. No sé qué será capaz de darle a los niños que pueda entrenar, pero lo que tengo claro es que esa mano izquierda para ellos la tiene, esa sensibilidad también, y tiene algo que no se puede enseñar: talento.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=umDoUQhLyfw]

Ojalá sea capaz de poder traspasar parte de ese talento a futuras generaciones, talento y umbral de sacrificio, de esfuerzo. De romperte los tobillos y pedir que te pinchen para seguir jugando, de aguantar el dolor, y de convertirte, aunque fuera poco tiempo, en uno de los mejores jugadores del mundo. Que Vicente Rodríguez vuelva a casa es algo que debe alegrarnos a todos, que debe cundir con más ejemplos, que gracias al sentido común cada vez son más, porque quien siente un club, no puede estar lejos de él.