Los horarios del fútbol profesional en España

La Liga de Fútbol Profesional, LFP, la que el presidente es Javier Tebas, y la Real Federación Española de Fútbol, RFEF, que preside Ángel María Villar, son quienes mandan en el fútbol español, porque los primeros tienen los clubes y los derechos de televisión, al menos de momento, y los segundos todo lo demás, que empezando por los árbitros, es mucho. La relación entre ambos presidentes es nula, eso es malo, pero no afecta, porque no lo hace, a que todos nos aclaremos con los horarios del fútbol profesional.

El día 26 de diciembre, ese Boxing Day inglés que tanto admiramos, del que tanto hablamos con la boca grande, ¿se podría instaurar en España?, ¿se podría contemplar que hubiera fútbol un día como ese a las 16 horas para que los niños pudieran ir con sus padres? ¿Nos seguimos mintiendo a nosotros mismos?. Eso sale gratis, como quejarse escupiendo al cielo, aunque el problema sea que todo lo sube, baja…

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Traslado la problemática al 6 de enero, entre semana, festivo, día de los niños. ¿Es buena hora las 12 de la mañana para jugar como pasará en Bilbao? Pues hombre, igual no es la mejor, igual mucha gente está de ruta, de casa en casa, recogiendo regalos. Pero sin ser la mejor, ¿tan mala es? Y ante el que me pueda preguntar, “¿pero tu tienes hijos?”, le diré que si, una preciosa niña de 17 meses. Ella no está para ir al fútbol aún, pero mi sobrina de 10 años si, y ella lo disfrutaría.

En Mestalla, el mismo día, también hay fútbol programado, a las 16 horas. ¿Es buena hora? La comida de Reyes, el roscón, el café, la sobremesa. ¿Alguien ha pensado que todo no se puede tener? Recuerdo en la tarde de Reyes ir con mis padres al cine, e ir pronto, porque al día siguiente había cole, y no se puede hacer la barbaridad de meter en un día festivo, previo de lectivo, un partido a las 22 horas. Eso no es para niños, y casi ni para adultos.

Quejarnos de todo, por todo, es malo. Porque al final no sabemos lo que queremos, y eso no ayuda a solucionar nada. Y no olvidemos que los clubes han vendido sus derechos, y su alma, y que no tienen ningún derecho, de los otros, a quejarse ni a decir ni pío. En todo caso el fútbol de Segunda B para abajo, el maltratado en todo este proceso, que ve sus campos vacíos porque a todas horas hay partidos de Primera, y todo a cambio de 37.500 euros, una “fortuna” con la que apenas si se pagan los árbitros de toda una temporada.