De Peter Lim a muerte, viva el #limismo

Después de la elección de Gary Neville y el descoloque general, este hombre me demuestra ser un genio, quizá loco, pero con un par

Toni Hernández | 03 DIC. 2015 | 10:06

Cuando Nuno es despedido del Valencia por Peter Lim, con el conocimiento de Jorge Mendes, y Lay Hoon dice que el dueño se va a implicar en la elección del nuevo técnico, nadie, pero ni un oscuro y duro sábado noche de madrugada cargado de copas hasta arriba, se imaginaba que Gary Neville, el lateral derecho fetiche de Alex Ferguson, cuyo hermano encima ya estaba de segundo, se iba a encargar de coger las riendas del equipo.

Soy muy de aquellos que toman decisiones geniales, rompedoras, que nadie espera. Que quizá tienen un punto de locura notable, en este caso quizá hasta sobresaliente, pero que si analizas en frío, con distancia, y desde luego con cosas matizables, nadie puede decir aquello de “¿pero quién es ese para entrenar al Valencia?”.

Me gusta ver sufrir a toda la corte de pelotas rastreros que andan buscando migajas, que necesitan ser amiguitos del poder porque si no, no huelen ni una. Aquellos que chantajean y amenazan para conseguir dar dos noticias al año. Me gusta ver cómo andan perdidos, cómo no le cogen una al dueño del Valencia, cómo se filtan mil nombres y se persiguen como si fuera oro. Lim ha dado otra lección de transformismo, y a mi eso, me gusta, me engancha.

Porque lanza muchos mensajes. Primero que esto le importa, y ya hablaremos de la capitalización. Segundo porque desde luego tiene en cuenta lo que pasa en el verde y en la grada (ahí ha estado un poco lento, pero habrá que ponerlo en el coste de aprendizaje), pero que tiene un plan, que es fiel a él y a sus colaboradores, se llame Mendes o como queramos, y que lo va a llevar adelante.

Estoy cansado de ver dirigentes del Valencia cagones, que al menor problema cambian la estrategia de arriba abajo, “no sea cosa que me tiren”, y eso supone darle vueltas y vueltas al club hasta marearlo. Peter Lim, entre otras muchas cosas y causas, está en el Valencia porque en los últimos 15 años no se pueden cometer más barbaridades, no lo olvidemos.

Me he hecho “limista”, porque a mi un tío que le echa un par a una situación como esta y no se va corriendo, que podría, me merece mucho respeto, y por la parte en la que se apele al romanticismo, admiración, El Valencia estaría en un lío de proporciones desconocidas sin un señor que los pusiera/avalara/creyeran los bancos en él, o llámale como quieras.

Está haciendo sufrir al personal, sin duda, los periodistas vamos de culo detrás de sus decisiones, nadie tiene claro si el entrenador será el bueno, quién vendrá en el mercado de invierno o si se jugará la Champions el año que viene, pero este fin de semana Mestalla morderá en el cuello al Barcelona y acudirá el día del Lyon a soñar, porque al final, ese muchacho de Singapur, de mano de Salvo, que no me olvido para que nadie se enfade y ser justos, devolvió la autoestima al Valencia. A todos nos hubiera gustado más que fuera un señor de Quart de Poblet, por ejemplo, pero fue él. Si, soy limista, viva el #limismo. Sigan sufriendo algunos, o como diría Maradona… Ya sabéis lo que diría el Diego.