Un Valencia ramplón se deja dos puntos contra el Deportivo (1-1)

Nuno Espirito Santo no quiso arriesgar para quedarse con los tres puntos y el Valencia lo acabó pagando ante el Deportivo de la Coruña

Francisco Ortí | 30 AGO. 2015 | 22:23

Mestalla fue el principal bastión de los éxitos que cosechó el Valencia CF durante el pasado curso, pero esta noche no ha podido levantar a un equipo que se mostró demasiado conformista ante el Deportivo de la Coruña. El empate 1-1 contra los gallegos se produce como consecuencia del pobre juego colectivo, pero sobre todo por la escasa ambición de un Nuno Espirito Santo que no arriesgó con los cambios cuando era necesario ir a por el partido.

Uno se acostumbra tan pronto a lo bueno que le cuesta volver a la normalidad. Después de respirar el aroma a Champions en el lujoso Louis II y soñar en el sorteo de la fase de grupos, al Valencia CF le costó enfundarse de nuevo el mono de trabajo para recibir al Deportivo de la Coruña. Nuno Espirito Santo realizó menos rotaciones que en Vallecas, pero los cambios fueron en puesto clave y la peor parte se la llevó el centro del campo. La sala de máquinas perdió a Parejo y Enzo Pérez y, como consecuencia de ello, perdió también el balón.

Danilo Barbosa y Rodrigo de Paul sufrieron para hacerse con la manija del partido. Se mostraron muy imprecisos en los primeros minutos y el Deportivo de la Coruña olió sangre. Los gallegos encontraron debilidades en la creación valencianista y dieron un paso adelante para ganar protagonismo en el encuentro. Esto pronto se vio reflejado en el marcador. A los 39 minutos, Lucas Pérez aprovechó la escasa contundencia de Vezo y un repliegue excesivo de Javi Fuego para plantarse en la media luna sin oposición y colocar el balón donde no podía llegar Matthew Ryan.

El gol era el castigo a un Valencia CF ramplón, que no había logrado imponerse en ninguna faceta del juego. Hacía minutos que en la grada de Mestalla se comenzaban a masticar críticas contra el equipo y el gol de Lucas Pérez los aumentó. Sin embargo, si de algo puede presumir el Valencia CF de Nuno Espirito Santo es de su capacidad para levantarse en situaciones adversas. Y, como siempre, el balón parado fue su mejor aliado para meterse de nuevo en el partido. Al filo del descanso, Santi Pina peinó un saque de esquina en el primer palo y Negredo apareció libre de marca en el segundo para firmar el empate a puerta vacía.

El empate dio confianza al Valencia CF que comenzó la segunda parte muy mejorado. Tampoco es que la fluidez en el juego fuera antológica, pero el conjunto valencianista se mostró más voluntarioso y suplió la escasez de ideas con ganas. Nuno quiso confirmar esa mejoría con la entrada de Parejo y Feghouli en lugar de un desubicado Santi Mina y Barbosa. Como consecuencia de ello, el Valencia CF se instaló en las inmediaciones del área del Deportivo de la Coruña, poniendo a prueba a Lux en varias ocasiones. El portero argentino respondió con seguridad, sobre todo al atajar un colocado disparo de De Paul.

Los minutos pasaban y el gol no llegaba. Pese a todo, Nuno no quiso arriesgar más de la cuenta. Dio entrada a Paco Alcácer, pero en lugar de Negredo. Un cambio hombre por hombre que provocó la ira de Mestalla. La afición exigía una actitud más ambiciosa de su entrenador y la situación empeoró cuando faltando siete minutos para el final Barragán se quedó con uno menos por la expulsión de Barragán. Fue la puntilla definitiva para las ambiciones locales. El empate 1-1 se convirtió en el resultado definitivo y Mestalla despidió al equipo con una leve pitada que estuvo dedicada, principalmente, a su entrenador.