No al 'Todocampismo' de Nuno

El equipo che baja una barbaridad su nivel cuando cambia de esquema y se nutre de centroampistas puros para toda la medular

Nacho Ballester | 03 FEB. 2015 | 10:22

Es evidente que el Valencia Club de Fútbol está cuajando una buena temporada y más si tenemos en cuenta que es el primer año de un gran proyecto, con gente muy joven, pero hay muchas otras cosas que no deben pasarse por encima, como por ejemplo los bailes de tácticas del señor Nuno Espirito Santo. El mejor Valencia que hemos visto esta temporada ha sido con un esquema 4-3-3 y con un esquema 3-5-2. Con el 4-4-2 no se ha visto jugar al equipo a un gran nivel salvo una parte ante el Sevilla en Mestalla. La primera vez que Nuno usó este esquema fue ante el Almería y la cosa no salió nada bien puesto que el Valencia iba 2-2 en el marcador y Nuno tuvo que cambiar el sistema al 3-5-2 para generar peligro y que el equipo ganase al final con un gol de Negredo. Fue el primer aviso de que la cosa no iba bien. Posteriormente a esto llegó el espejismo del Sevilla. El Valencia jugó con muchísima intensidad pero en la primera parte pudo irse al descanso con un empate a dos como poco de no ser por el penalti que le detiene Diego Alves a Carlos Bacca. El Sevilla dominó el centro del campo durante el 70% del partido pese a que los ches jugaban con cuatro hombres, lo cual hace pensar que el sistema no terminar de carburar. Se ganó el partido más por corazón y por efectivos que por el esquema.

Y llegamos al día del drama: Málaga - Valencia. La Champions en juego y Nuno vuelve a repetir el esquema del 'Todocampista'. El resultado ya lo saben: 1-0 en contra y ni una jugada trenzada por parte del equipo en todo el partido. El Valencia no dio la sensación en ningún momento de poder despertar, conectar cuatro pases y llegar al área. Todos los jugadores parecían islas. Parejo aislado en la derecha, André Gomes perdido en la izquierda y Fuego y Enzo Pérez intentando llegar a todo sin tener clara su función, sobre todo el argentino. El único que puso algo de chispa fue Gayà y tampoco tuvo su mejor día, así que el equipo se desesperó sobre el césped y perdió la plaza de Liga de Campeones en favor del Sevilla.


Detalles negativos del Todocampismo (4-4-2) para el Valencia de Nuno

PÉRDIDA DE IDENTIDAD

El equipo se olvida del balón y los jugadores no saben adaptarse a ello porque no es un esquema claro para jugar a la contra. Vendría a ser como una mezcla extraña para tocar y contragolpear, algo que es imposible en el fútbol. Hay que posicionarse en la medida de lo posible.

DESAPARECEN LAS BANDAS

Una de las mejores facetas que tiene el Valencia esta temporada son sus bandas con extremos como Feghouli, Piatti, Gayà, Rodrigo y si me apuras hasta Barragán o Cancelo. Estos jugadores se adaptan a la perfección a un esquema 3-5-2 para contragolpear y servir balones a los delanteros. Sin bandas, el Valencia pierde el factor sorpresa.

TODA LA CARNE EN EL ASADOR

Si Nuno juega con cuatro centrocampistas puros el equipo está vendido puesto que no tiene recambios para mantener ese esquema. Rodrigo De Paul es el único que podría entrar en la izquierda por André Gomes. Podemos contar a Filipe Augusto, aunque ya ha quedado bastante claro que todavía no da el nivel para este club. Con este esquema que no se constipe ninguno de la medular porque entonces se va al traste. Además da la sensación muchas veces de que los jugadores se estorban unos a otros. Tendría que verlos en otro esquema, pero me da la sensación que Enzo Pérez y Javi Fuego no terminan de conectar sobre el césped.

MAREO A LOS JUGADORES

Cuando mejor funciona un equipo es cuando encuentra su estilo de juego y lo pone en práctica cada fin de semana. Así lo hace el Barcelona, el Atlético de Madrid, el Real Madrid y la mayoría de grandes clubes de Europa. Es evidente que el entrenador siempre debe tener un plan B por si se le lesiona un futbolista clave o por si las circunstancias del partido obligan a modificar la táctica, pero lo que no se puede hacer es ir cambiando de sistema cada vez que el equipo falla. Pasó del 4-3-3 al 3-5-2 hasta que perdió y hasta que Feghouli se fue y Piatti se lesionó aproximadamente. Los jugadores se ven afectados en este sentido porque tanto cambio les hace perderse y no encontrar su mejor versión. En un equipo tan nuevo no se puede cambiar tres veces de esquema en menos de una vuelta liguera.