Enzo aterriza en Valencia aclamado en Manises

Una treintena de aficionados, que hicieron casi tres horas de guardia en el aeropuerto, recibieron como una gran estrella al nuevo fichaje del Valencia CF.

Adrián Rubio | 30 DIC. 2014 | 01:28

Tras intensas e interminables horas de espera y dura negociación con el Benfica, el Valencia CF ya tiene en casa a su nuevo refuerzo. Enzo Pérez, después de coger un avión en Lisboa pasadas las 21:00 horas, aterrizó en el aeropuerto de Manises sobre las 01:00 horas de la madrugada de este martes 30 de diciembre. Allí, el nuevo fichaje en el mercado de invierno fue aclamado por una treintena de aficionados valencianistas deseosos de ver por primera vez al último capricho que se ha dado Peter Lim.

25 millones de euros le ha costado al Valencia sacar del Benfica al internacional argentino de 28 años, quien firmará como cedido hasta verano y luego se comprometerá, ya en propiedad por el Valencia, cuatro temporadas más teniendo uno de los salarios más altos de la plantilla 'ché'. Serán unos 3 'kilos' por campaña, sólo por detrás de lo que cobra el 'tiburón' Negredo, precisamente el anterior gran fichaje que realizó el magnate singapurense y que también hizo las delicias de todo el valencianismo.

Esta madrugada Enzo Pérez ya ha vivido en primera persona la pasión y todo lo que arrastra el valencianismo, movilizado hasta el aeropuerto de Manises a una hora intempestiva y cuando las bajas temperaturas asolan la capital del Turia.

El martes será un primer día intenso para Enzo, quien tras descansar en el hotel tendrá que pasar pruebas médicas en ayunas a primera hora de la mañana, acudir si es posible a ejercitarse por primera vez bajo las órdenes de Nuno y firmar su nuevo contrato. Luego le tocará aguardar a las 17:00 horas, momento en el que pisará Mestalla por primera vez para otro cara a cara con la hinchada. Será el turno de su presentación, una puesta de largo que incluirá las primeras declaraciones en rueda de prensa de un futbolista que ha tenido que luchar mucho para ver cumplido un sueño que se truncó el pasado verano.