El balón parado de Piatti espera una nueva llamada de Nuno

Elche o Villarreal pueden acreditar que ellos han sufrido en primera persona la precisión en las jugadas a balón parado ejecutadas por Pablo Piatti. No en vano, los córners que el argentino ponía teledirigidos a la cabeza de sus compañeros fulminaron a ambos rivales no hace tanto tiempo. Eran tiempos felices para un futbolista que había conseguido borrar sus mediocres primeros años vistiendo la elástica del Valencia CF e incluso recibía ovaciones cuando era sustituido en Mestalla. Pero de repente, y tras el derbi contra el Levante que no acabó, ha pasado más tiempo en el banquillo que sobre el césped.

Nuno le sustituyó contra el Athletic de Bilbao cuando era de los pocos que inquietaba al rival por la banda izquierda y la jornada siguiente ocurrió lo mismo contra el Levante. A partir de ahí suplencia contra el Barça y Granada con una titularidad entre medias para medirse al Rayo Vallecano en la Copa del Rey. 90 minutos con mayoría de suplentes habituales junto a él y donde el pequeño mediapunta zurdo no pudo destacar. Quizá le toque hacerlo contra el mismo rival pero esta vez en la Liga española, el próximo sábado desde las 18.00 horas en el coliseo valencianista.

Con su habilidad a balón parado al servicio de un Valencia que no encuentra el gol con facilidad, que la última vez que metió tres goles en dos partidos seguidos fue en gran medida por las asistencias de Piatti a pelota parada, una virtud que también lució contra el Atlético de Madrid y que empezó a explotar en cuanto el técnico portugués le dio los galones para ejecutar siempre este tipo de jugadas. Con él en el banquillo, el Valencia amenaza menos en las faltas y los córners, y no anda el equipo tan sobrado en lo futbolístico como para prescindir de un arma tan valiosa.

Que se lo digan sino al Atlético de Madrid campeón de Liga el año pasado. Un compañero de Piatti como Otamendi ya salió en su momento para elogiar a su compatriota y hacer ver la importancia de su zurda en este tipo de acciones, característica de la que se ha olvidado un Nuno que la tiene en la reserva para, tal vez, partidos como el que se viene contra el Rayo Vallecano. Quizá en un 4-4-2 como en El Madrigal, o metiéndolo de nuevo en ese 4-3-3 donde tan bien lucían su entrega y derroche físico por el costado izquierdo.

Dejando atrás el 'banquillazo' liguero al que le ha sometido su entrenador en las últimas fechas -para ubicar ahí a su 'protegido' Rodrigo- y retomando el juego desde donde lo dejó, asistiendo a Mustafi y Otamendi para alegría de estos dos y de todos aquellos amantes de la estrategia.