Caparrós, un líder surgido de Sevilla

El enfrentamiento ante el Elche, en el ámbito de la Primera División, es nuevo en la agenda personalizada de Joaquín Caparrós como preparador. No hay rastro de ese adversario, en calidad de local, en la hoja de ruta que presenta el preparador azulgrana cuando se consigna su rentabilidad extraída ante los equipos adscritos al firmamento de la máxima categoría del balompié nacional.

Sin embargo, el duelo se incluye en su cuaderno de notas si se desciende un peldaño y se centra la atención en el formato de la categoría de Plata. Desde esa perspectiva, es posible seguir la huella del actual técnico granota como inquilino del banquillo foráneo del Estadio Martínez Valero en competición oficial en el marco de la Segunda División A. Y es muy posible que se dibuje una amplia y alargada sonrisa en su rictus al recordar cada uno de los acontecimientos desarrollados en una tarde de sábado de mediados de septiembre de 2000.

El verano de 2000 supuso un salto cualitativo en el currícum personal de Caparrós. Después de un prolongado viaje por las categorías menores de fútbol y tras reclamar la atención mediática a los mandos del vestuario del Recreativo de Huelva, se cruzó en su camino el Sevilla. Seguidor confeso de la escuadra del Ramón Sánchez Pizjuan, la devoción conjugaba con el enorme desafío profesional que implicaba aceptar la dirección técnica de un club en fase de reconstrucción. Fue el punto de partida de una trayectoria que se mantiene en plena vigencia. La tercera jornada del ejercicio 2000-2001 le llevó hasta el coliseo de la sociedad ilicitana. El arranque liguero del Sevilla fue sideral con la obtención de dos victorias encadenadas ante el Real Murcia y el Salamanca. Los destellos de esa potencia se materializaron sobre el verde del Martínez Valero. Taira rompió la igualdad inicial en el minuto 9 y Nino recondujo la situación momentáneamente. El partido parecía condenado a la paridad más absoluta cuando surgió Gallardo para mantener a la escudería de Joaquín Caparrós invicta. El Sevilla abandonó Elche ungido con el liderato de la categoría de Plata.

En su dietario vuelve a surgir el Elche, si bien la tendencia fue antágonica. El equipo franjiverde se deshizo del Villarreal en un duelo vinculado a la categoría de Plata. El tiempo, como juez implacable, ha seguido su curso normal. Los hechos se han sucedido sin dilación y Joaquín Caparrós regresará mañana al banquillo visitante del feudo ilicitano como el preparador del actual ejercicio en recorrido con más partidos dirigidos a sus espaldas superando los cuatrocientos cincuenta. Desde esa perspectiva, el duelo entre el Elche y el Levante, si se determina y acota en virtud de los moradores de sus respectivos banquillos, propicia una batalla entre sendos perfiles que parecen muy alejados.

Fran Escribá estrenó condición de 'primerdivisionista' en la presente temporada mientras que Joaquín Caparrós debutó en la jurisdicción que establece la Primera División en el período estival de 2001 y desde entonces mantiene inalterable esa jerarquía. El único precedente entre ambos data del duelo del primer acto de la Liga resuelto del bando azulgrana tras los goles de David Barral. El partido dejó un dato estadístico; el Levante de Caparrós es el único equipo capaz de voltear un marcador favorable al Elche bajo la égida de Escribá.