Mediocre empate del Valencia CF ante Osasuna (1-1)

El conjunto valencianista consiguió un empate en Pamplona en un partido que dominó de principio a fin el Osasuna

Dani Meroño | 19 ABR. 2014 | 17:50

El Valencia CF no pudo pasar del empate en Pamplona ante un Osasuna que fue mejor en todo momento pero al que no le sonrió la fortuna en el último tramo de partido. El conjunto de Juan Antonio Pizzi suma de esta forma un punto poco útil que le sigue manteniendo en la parte media-alta de la tabla pero prácticamente sin aspiraciones de ningún tipo.

Y es que un Valencia muy similar en actitud y juego al de Valladolid, saltó al césped despistado y poco concentrado. Tanto es así que Osasuna tomó el mando y Oriol Riera gozó de las mejores ocasiones del partido. No en vano el ariete rojillo fue el autor del tanto de Osasuna eso sí, con la colaboración de un Guaita que parece no estar viviendo su mejor temporada a juzgar por los errores individuales y decisivos que está teniendo en prácticamente casi todas sus actuaciones.

Un tanto que dejó tocado al Valencia, totalmente noqueado, que únicamente vivía de jugadas aisladas, eso sí, con cierto peligro. No obstante la férrea defensa rojilla y la inestimable ayuda del colegiado hicieron más difícil la igualada valencianista. Buena prueba de ello son unas clamorosas manos en el área del Osasuna donde, tras una buena jugada de Feghouli, era atajada por Marc Bertrán ante la incredulidad del equipo valencianista.

Con ese error y un valencia inactivo llegaba el ecuador de un partido que controlaba completamente Osasuna a pesar de los chispazos de un Valencia que había salido a jugar con todo a El Sadar. Tras la reanudación, Pizzi movió el banquillo y dio entrada a Jonas y Vinicius Araujo. Una conexión brasileña que tardaría en dar sus frutos pero que, finalmente, fue decisiva. No sin antes mencionar el poste en la meta de Guaita quien, superado completamente por Roberto Torres, se alió con los palos para que no entrara un esférico que parecía destinado a convertirse en la sentencia pamplonica.

Pero del posible dos a cero se pasó al empate. Un buen centro de Vinicius Araujo, que reaparecía más activo que nunca, era rematado a la perfección por un Jonas que se reivindicaba tras varios partidos totalmente desapercibido. Un gol que daba paso a la tranquilidad y, dicho sea de paso, al conformismo.

Con ellas se llegó al final de un partido soso, mediocre y que parecía molestar a un Valencia que únicamente piensa en Sevilla a pesar de estar a poco más de seis puntos de la zona europea.