El Villarreal cae en el Calderón ante el Atlético de Madrid (1-0)

El Submarino Amarillo sigue sin levantar cabeza en la Liga BBVA a pesar del buen partido realizado en el feudo colchonero

Redactor Jefe | 05 ABR. 2014 | 20:39

El Villarreal demostró casta y personalidad en su visita al Vicente Calderón en un encuentro que los amarillos terminaron perdiendo (1-0) con un gol de Raúl García –que anotó de cabeza tras cometer falta sobre Mario- pese a dominar la segunda parte al completo. Ante unos colchoneros con oficio y picardía, el conjunto de Marcelino dio la cara pese a sufrir seis bajas y ofreció una buena imagen.

Descarado y sin complejos, el Villarreal se plantó en el área nada más sacar de centro tras una buena jugada de Joan Román, pero la zaga local sacó cuando el catalán ya estaba frente a Courtois. Muy sueltos, los de Marcelino salían desde el centro del campo ante un Atlético que se apoyaba en las bandas para llegar a los dominios de Asenjo.

Corría el minuto 13 y, en un saque de esquina botado por Koke, Raúl García adelantaba al Atlético de cabeza en una jugada -cuanto menos- controvertida. Saliendo desde atrás, el pamplonica empujó a Mario para desequilibrar al alicantino, hacerse un hueco y rematar el que terminaría siendo el 1-0.

Aunque el gol dejó algo tocados a los amarillos en los primeros minutos, el equipo pronto se recuperó. En el 28, de nuevo Román penetró por la derecha y, con un centro corto, el balón terminó quedándose a escasos centímetros de que Pina, Cani y Perbet llegaran.

Con el Atlético intentando contemporizar el juego, el Submarino seguí sin perderle la cara al partido. Bien colocados, los amarillos contenían las llegadas de unos madrileños que apenas llegaban al área de Asenjo.

El Villarreal cambió en la segunda parte. Con mayor mordiente, los de Marcelino ganaron velocidad y precisión en el pase para empezar a ver con más asiduidad el área de los colchoneros. El Atlético, más replegado, aguantaba la posición y buscaba la espalda de los defensas del conjunto de Marcelino, que presionaba más adelantado para llevarse el balón.

Los amarillos llegaron a encerrar al Atlético en el área y dominaban a placer, pero las oportunidades escaseaban para los visitantes. En el 68, Perbet conectó un potente disparo desde la izquierda, pero el tiro del galo se marchó pegado al larguero.

Los locales se desperezaron, pero el Villarreal tenía la medida tomada al choque y siguió manteniendo el control del partido. En el 89, una gran internada de Cani dio el susto a los locales cuando el Alderweireld remató el centro cerrado del zaragozano y la pelota terminó saliendo pegada al segundo palo de Courtois.