Los viajes más conflictivos del Valencia en Europa

La odisea de Kiev ya ocurrió en el pasado ya que varias tragedias coincidieron con viajes del conjunto valencianista

Jose Hernández | 20 FEB. 2014 | 07:24

El Valencia ya sabe que deberá jugar en Chipre su encuentro de Europa League ante el Dynamo Kiev. No es la primera vez que el club de Mestalla tiene problemas de esta índole en sus desplazamientos, recordamos algunos de los más sonados. 53 años de viajes europeos no están exentos de innumerables percances que alteraron el transcurso normal de los acontecimientos. Los países del este han sido los grandes protagonistas de estos imprevistos que sin embargo, nunca llegaron a convertirse en tragedia.

Durante sus primeros años de salidas europeas, el Valencia tuvo viajes estables dentro de la normalidad. Visitar a un Helenio Herrera que se dedicó a desprestigiar la Copa de Ferias después de su derrota, jugar sobre la pista de hielo propuesta por el Dunferlimne un año más tarde, o terminar un encuentro simulando un combate de lucha libre frente al Leeds de Don Revie, eran sucesos que no escapaban del terreno de juego; relativamente ligados al juego.

Ostrava

Pero en los años ochenta comenzaron los problemas. En la Copa de la UEFA 1982­-83 el Valencia se enfrentó en la segunda ronda al Banik Ostrava checo. Fue una temporada convulsa en las filas del cuadro valenciano, ya que justo en ese momento el entrenador titular Manolo Mestre fue destituido. Llegó el macedonio Miljan Miljanic, un técnico que gran fama que había entrenado al Real Madrid y a los equipos balcánicos más poderosos. Tras ganar el partido de ida 1­-0 (todavía sin Miljanic y en medio de una tormenta de agua histórica), el equipo viajó a Checoslovaquia dos semanas después; fue una auténtica odisea.

El Valencia jugó ante el Atlético de Madrid el fin de semana anterior. De ahí debía hacer escala en París y aterrizar con normalidad en Praga, continuando el viaje por carretera hasta Ostrava.

Sin embargo el equipo tuvo que esperar en el aeropuerto por problemas de todo tipo y viajar a Zagreb el lunes por la noche. Depués subieron al autobús para recorrer los casi 700 kilómetros que separaban a la ciudad entonces yugoslava de su destino. Pero hubo más. Los equipajes marchaban por una ruta diferente, y como era de esperar no llegaron. Checoslovaquia era un polvorín en aquellos días, y el Valencia tuvo que jugar el partido con ropa prestada; el 0-­0 final y la clasificación fue la mejor noticia posible de la excursión por tierras checas.

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Bucarest

En 1989 el Valencia volvió a Europa después de años de ostracismo. Su primer rival en la Copa de la UEFA fue el desaparecido Victoria Bucarest, decimos desaparecido ya que fue uno de los equipos que dejaría la liga tras la muerte del general Ceaușescu. Y es que en el fútbol rumano estaba controlado y dirigido hasta el más mínimo detalle. El rival del Valencia, el Victoria Bucarest, era el equipo patrocinado por la policía secreta rumana, la Securitate, y teniendo en cuenta que la visita del Valencia se produjo solo tres meses antes de la caída del régimen militar, podemos hacernos una idea de las condiciones por las que atravesaba el país.

Periodistas desplazados al encuentro afirman que existían 10 policías por cada espectador que acudió al choque, y que el estadio carecía de iluminación artificial; en caso de prórroga la aventura se podría haber convertido en encerrona. Empataron a un gol y el Valencia se clasificó. Hay que apuntar dos últimos detalles: los jugadores no se ducharon en el estadio debido a la precariedad de las instalaciones y el Victoria desapareció como club tras la caída del régimen.

Rusia y Turquía

Los atentados del 11 de Septiembre de 2001 y el 11 de marzo de 2004 coincidieron con viajes del Valencia por Europa. El primero le pilló en Rusia, donde tuvo que volver una semana después ya que la UEFA decidió suspender todos los encuentros previstos para el día siguiente. En 2004 los jugadores tuvieron noticias del brutal ataque a Madrid en la difícil Turquía, donde jugaron un mal partido ante el Gengrebirligi; la preocupación por lo que pasaba en tierras españolas era evidente.

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Por último hay que señalar el encuentro de vuelta de la segunda eliminatoria de aquella misma Copa de la UEFA 2003-­04. El rival era el Maccabi Haifa. En ese momento la situación política en Israel era caótica, por lo que la UEFA ordenó disputar el partido de vuelta en terreno neutral, concretamente en Rotterdam. Los de Benítez se impusieron 0-­4 y se clasificaron en un torneo que terminarían ganando.