El Levante aprieta las clavijas de Keylor para renovar

Pese a la insistencia, aún no ha habido ninguna toma de contacto formal con el representante del portero de Costa Rica

Rafa Marín | 19 FEB. 2014 | 12:01

Keylor Navas está siendo una bendición por sus paradas, pero también un dolor de cabeza. Y es que la espectacular temporada del portero 'tico' tiene como reverso su negativa a entablar una negociación para renovar. El Caicedo, Koné o Martins de turno en Orriols es esta temporada el portero, cuya cotización sube como la espuma sin que el Levante pueda hacer más que asistir a la antesala de un problema el próximo verano.

Keylor, que acaba contrato en junio de 2015, se encuentra a la espera de ofertas y una posible revalorización en el próximo Mundial. Es por ese motivo por el que él y su agente siguen dándole largas a un Quico Catalán que meses atrás empeñó su palabra en que por parte del club ya había una propuesta encima de la mesa. La realidad, sin embargo, es que nadie ha ido a recogerla y que lejos de una negociación lo que hay es una guerra fría.

Los 10 millones de euros de la cláusula de rescisión juegan a favor de un duro negociador como es el Levante, pese a que a menos de un año para quedar libre todo apunta a que a Quico no le quedará otra que sentarse a negociar. Hasta el momento oficialmente ningún interesado ha trasladado oferta, pero oficiosamente sí son varios los que han empezado a mover hilos. Entre ellos, Atlético de Madrid y Sevilla en España; Everton en Inglaterra y Borussia Monchengladbach en Alemania.

Pese a las tomas de contacto informales con su representante, Ricardo Cabañas, el Levante aún no ha conseguido sentarse en una mesa con él para desesperación de un Quico dispuesto a mover cielo y tierra para retenerlo. O, en el peor de los casos, sacarle el mayor jugo posible a un traspaso. Su próxima nacionalización, congelada a falta de los últimos flecos, es otra baza importante en su futuro, ya que el precio variará cuando sea comunitario.

Hoy por hoy, tras llegar del Albacete y estar dos años a la sombra de Munúa, Keylor es uno de los jugadores peor pagados de la plantilla. La intención del club es colocarlo en el tope salarial sin rebajarle la cláusula, incluso subírsela. De aceptar, pasaría a cobrar unos 600.000 euros, cifra que en caso de rebasar le obligaría a tributar un 43 por cien en lugar del 24 que marca el régimen fiscal para expatriados derivado de la Ley Beckham.