Barralete cósmico

David Barral asombra al levantinismo con sus goles ya que ha hecho olvidar a otros delanteros de referencia granota y ya apunta a Europa

Redactor Jefe | 18 FEB. 2014 | 08:14

Barral rompió con un anatema que le martirizaba en Bilbao. Fue en el duelo ante el Athletic Club cuando la primera vuelta de la competición profundizaba. El atacante encontró un espacio para filtrar el balón al fondo de las mallas de la meta rojiblanca. Barral cantó el gol con profusión y marchó con los ojos encendidos hacia el banquillo para compartir la diana con la totalidad de sus compañeros. Era su primer tanto con el Levante en la competición liguera. Y muy posiblemente, aunque el gol no tuvo unos efectos devastadores ante la remontada local, le permitió atemperar su espíritu en busca de cotas de mayor envergadura. Aquel partido se disputó en los primeros días de noviembre.

Era la jornada trece y no parece que ese dígito haya significado un síntoma del mal augurio desde un prisma exclusivamente personal. Tres meses después Barral lidera la clasificación anotadora del Levante en el capítulo que hace referencia a los máximos anotadores y la sociedad granota transita con comodidad por la zona media-alta de la tabla con treinta y dos puntos. Hay una causa-efecto entre las dos variables presentadas.

Es evidente que los goles obtenidos por David Barral se han multiplicado en las últimas semanas y es incuestionable que sus efectos colaterales son fácilmente demostrables si se fija la atención en la sobresaliente situación que detenta la escuadra granota en la tabla. En ese sentido, no hay concordancia entre el significado de los goles últimamente sumados por el atacante andaluz, en relación con la diana conseguida en San Mamés. La productividad postrera es realmente mayúscula. Hay un incremento significativo. De hecho, los goles de Barral conjugan al milímetro con los triunfos azulgranas. Y el ciclo parece inmaculado. Quizás todo empezara en Bilbao, pero fue en el duelo ante el Elche cuando los acontecimientos tomaron un nuevo curso. En aquella cita, el ariete emergió desde el banquillo para tomar el relevo de Baba.

El paisaje del enfrentamiento era ciertamente sombrío. El gol del Elche parecía aletargar el alma levantinista. Y las semanas se iban encadenando sin la perspectiva que marca el triunfo. Barral se elevó en dos ocasiones por encima de los defensores franjiverdes para remontar un partido soberbio. La tendencia contó con un nuevo episodio ante el Málaga en Orriols. Barral, ya con la condición de titular, agujereó la meta de Caballero y fijó la primera igualada en el Estadio Sánchez Pizjuán en Sevilla tras anotar una pena máxima que él mismo se había fabricado con anterioridad. El postrer capítulo está todavía muy reciente en el tiempo. Alumbrado por el firmamento de Orriols, voló para capturar un balón procedente del costado derecho del campo lanzado por El Zhar. Su volea fue ganadora; inapelable para la reacción de Esteban.

Cinco goles que revierten en la cuantiosa suma de doce puntos que han elevado al Levante en la franja intermedia de la competición liguera con una distancia importante de los puestos más sofocantes de la tabla. Entre mediados del mes de diciembre y mediados de febrero el Levante ha esprintado en la clasificación. David Barral ha colaborado como protagonista estelar, o como actor de reparto, en los cuatro últimos triunfos de la entidad azulgrana en el campeonato de la regularidad. Es incontestable la sinergia que se establece. Sus goles han enriquecido y han elevado los réditos de la escuadra azulgrana en la Liga BBVA. Y su incidencia aumentaría si entrara en el discurso del gol el partido de Copa del Rey ante el Rayo resuelto con una diana del punta.