Keylor aún se acuerda de Munúa

Keylor está de moda, sí. Pero a principios de año el Levante le ofreció la renovación a Munúa, que encima se permitió el lujo de dar calabazas, pedir que le dejaran volver gratis a Uruguay para meses después fichar por la Fiorentina y entre medias continuar de titular.

De eso se acuerda Keylor, consciente de que no fue el club quien deshizo el entuerto que tenía con dos porteros que como suele ocurrir cuando ambos son buenos se llevaban a matar el uno con el otro. Y es que la competencia bajo palos casi nunca es positiva, sino un sufrimiento constante para todos. Incluido el entrenador, que se ve obligado a tomar decisiones anti-natura para contentarlos y apagar incendios.

Sin embargo, al final la jugada ha salido redonda. Tras casi dos años como titular indiscutible por encima de Keylor y aun así cabreado por las rotaciones en la Euroliga, Munúa se fue rápido dejándose tras de sí las acusaciones de vender partidos y su actitud macarra en el vestuario desde que dejó de jugar, algo que Manolo Salvador siempre supo que acabaría pasando porque el uruguayo era así de problemático. De todos los purgados, por cierto, fue el único que no abrió la boca, posiblemente porque se la traía al pairo.

A punto de conseguir la nacionalidad y en un momento dulce, el Levante quiere renovar a Keylor, cuya competencia ahora es un chaval imberbe muy bueno en Segunda pero que no le hace sombra, y su mejor aval el trabajo con el preparador de porteros de Caparrós, sin duda el miembro de más élite de su cuerpo técnico. Sin embargo, el 'tico' va a hacerse de rogar y a aprovechar las vacas gordas de parar dos veces el mismo penalti y hasta parecer aún mejor de lo que es. Con uno de los contratos más bajos de la plantilla y fichado gracias a la agonía del Albacete, lo suyo va a ser esperar al Mundial y dejarse querer por los grandes que lo acechan. Su renovación pinta mal, aunque todo puede pasar, y el Levante tiene que estar listo, mucho más que cuando le ofreció renovar a Munúa.