Djukic y el arte del "yo no he sido"

El serbio busca cualquier excusa para salvar su puesto

Nacho Ballester | 05 NOV. 2013 | 07:24

La victoria del Valencia ante el Getafe parece haberle dado mucha vida a Miroslav Djukic cuando en realidad fue un partido bastante normal y me explico. El entrenador serbio salió a la rueda de prensa posterior con el topicazo de "Ni antes no éramos tan malos ni ahora somos fenómenos". Esta declaración suele emplearse cuando un equipo viene jugando muy mal y de pronto juega un partido impresionante, goleando y mostrando una seguridad brutal.

El Valencia ganó 0-1 con oficio, nada más valorable. Se chutó dos veces entre los tres palos, un remate al larguero de Paco Alcácer y el golazo de Pabón. Nada más. Se intentaba generar peligro pero con el problema de siempre, el de no rematar casi nunca. Es más, Pabón es el único futbolista de la plantilla que suele disparar desde fuera del área junto con Jonas Gonçalves.

Con todo esto no quiero matar a Djukic porque para mi ya ha demostrado todo lo que tenía que demostrar en estas doce jornadas. Se sigue hablando de trabajo, trabajo y trabajo como si de una mina se tratase. Obviamente me parece bien que exija a los jugadores que estén al 100% y demás pero no vengas día tras días con el discursito del esfuerzo, el trabajo y el barro porque aquí tu eres responsable de gran parte de los méritos y deméritos de la plantilla.

"Nosotros aún tenemos mucho más fútbol de lo que demostramos a veces. Estamos en el camino de hacerlo. Esto es un proceso, no se hace de la noche a la mañana", comentaba Djukic en la rueda de prensa posterior al Getafe 0 Valencia 1. El serbio 'solamente' lleva 12 jornadas y todo un verano de pretemporada y todavía sigue "buscando el camino". Si el objetivo fijado para la actual campaña es quedar entre los cuatro primeros igual se está yendo un poco lento a la hora de encontrar el camino. A este paso quizá el camino sea tratar de quedar entre los diez primeros. Lo único positivo de esta frase es que el serbio por lo menos reconoce que 'aún tienen mucho más fútbol que demostrar'. Si todavía no se juega a nada esto alivia.

Profundizando en las decisiones y acciones tomadas por Djukic me parece sorprendente la última de cargarse directamente y señalándolos con los dedos a Jonas y Helder Postiga. El brasileño le ha salvado literalmente 'el culo' durante buena parte de la temporada ya que ha sido el jugador más decisivo de lejos. Ahora lo matas ante el Getafe llamándole vago de forma indirecto. En el caso del delantero portugués podría estar más de acuerdo ya que no ha demostrado mucho, pero también es cierto que el juego del equipo hace que no le llegue ni un solo balón en condiciones. Estaría bien trabajar eso señor Djukic. Alguna vez ha reconocido su parte de culpa pero parece que no lo suficiente.

Con esa declaración de los currantes y con la posterior decisión de dejar fuera a ambos delanteros Djukic vuelve a demostrar que mataría a cualquier para salvar su culo. No se puede ser así. Además de reconocer que los jugadores deben trabajar y trabajar y más trabajar debes reconocer que no eres capaz de encontrar un estilo de juego. Eres el máximo responsable.

La plantilla es muy mala

El 'cuento' de esta temporada para no castigar a Miroslav Djukic es que la plantilla es muy mala, que los jugadores son muy flojos y que, claro, el serbio no puede hacer nada con tanto 'paquete' en el vestuario. Como todos ustedes sabrán, Djukic el año pasado en el Valladolid contaba con una plantilla llena de balones de oro y de campeones del mundo (modo ironía ON). En el fútbol no se puede engañar a la gente y menos cuando tu propia trayectoria te delata. El Valencia le viene grande y además no tiene controlado ni al vestuario ni la idea de juego. Agrego también que la plantilla de Valverde sería 'igual de mala', ¿no?

Tras la victoria ante el Getafe, ahora Djukic ganará crédito ganándoles nuevamente a los buenos amigos de St. Gallen en la Europa League. No nos engañemos más y seamos conscientes de lo que hay porque ya ha quedado demostrado. Djukic, trabajé usted también.