Un irreconocible Valencia CF vuelve a caer contra la Real Sociedad (1-2)

Un irreconocible Valencia no pudo conseguir la victoria ante una Real Sociedad que vuelve a asaltar Mestalla. Con el dominio del juego pero no de las ocasiones, el conjunto de Mestalla no encontró la forma de agujerear la meta de un Claudio Bravo que apenas tuvo problemas serios durante el encuentro y solo al final del duelo fue superado por Pabón.

Porque la tarde de fútbol invitaba al optimismo, ya que el equipo valencianista venía de una buena racha que quería alargar en Mestalla. Cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota era motivo suficiente para creer en un Valencia que había ido a mejor desde el descalabro ante el Swansea. Nada más lejos de la realidad. Pese al buen inicio de la pareja defensiva inédita de zurdos con Mathieu y Víctor Ruiz, la suerte y el juego ofensivo no acompañaban.

El equipo empezó con ganas e ilusión, tanto es así que el conjunto de Mestalla consiguió acorralar al equipo donostiarra en su área, aunque sin muchos aprietos. Solo un gol anulado podría haber hecho cambiar el rumbo del partido, algo que no se produciría al considerar el colegiado que el tanto de Jonas era ilegal por haber salido por fuera. Los de Djukic tenían la pelota y mandaban en posesión, algo que parecía ser lo que quería una Real Sociedad que, regalando el balón, salía con contras feroces.

Buena prueba de ello es la necesidad del Valencia CF de hacer faltas tácticas: agarrones, empujones y zancadillas que frenaban contragolpes rápidos de Vela y Griezmann. En uno de esos contraataques vendría la falta del gol. Una falta colgada al borde del área, tras un cabeceo de Vela le caía a Griezmann quien fusilaba a Guaita. El equipo valencianista se iba con derrota al descanso y con malas sensaciones para la segunda parte.

La segunda parte fue un calco de la primera. Con la iniciativa para el Valencia CF, sería la Real Sociedad quien golpeara de nuevo. Un buen derechazo de Rubén Pardo desde fuera del área puso el segundo tanto en el marcador. Jarro de agua fría para los de Miroslav Djukic, que no se encontraban cómodos en el terreno de juego. Las pitadas empezaron a aparecer de nuevo en Mestalla, primero para Feghouli en el cambio, y después para Pabón y Banega. El primero por no mostrar esa calidad y velocidad que se le presupone; y el segundo, tras el cambio por Parejo.

A partir de ese momento, el degoteo de centros al área ineficaces fueron la tónica en el tramo final del partido. Un encuentro que acababa con un gol de Dorlan Pabón casi sin querer de disparo raso en el que pilla descolocado a Claudio Bravo.

A la postre una derrota y silbidos para un equipo que durante el partido ante la Real Sociedad, ha vuelto a mostrar su peor cara. Parece que no habrá "foto Pereira" de familia.