La mejor Selección Valenciana de Fútbol de la historia

El 9 de Octubre, día de la Comunidad Valenciana, es un buen momento para realizar una recopilación de los mejores futbolistas valencianos de la historia; reunir a los hombres más destacados en una hipotética selección histórica, es un ejercicio de memoria y un excelente banco de pruebas para calibrar el nivel de los jugadores de distintas épocas. Proponemos algunos nombres en una lista en la que siempre se podrían añadir o borrar futbolistas según el criterio y el gusto de cada lector.

Una línea destaca por encima de todas las demás en la selección valenciana histórica, el centro del campo. La cantidad de futbolistas de talento que surgieron de las tres provincias valencianas a lo largo de décadas es enorme, presentándose como gran arma del equipo. Pero analicemos al combinado desde atrás, desde la portería.

José Francisco Molina sería el elegido ante Andrés Palop. Los dos son grandes arqueros, siendo el segundo el único que fue capaz de ganar un título con la selección española, aunque curiosamente nunca llegó a debutar con ella. Molina es menos espectacular que Palop, aunque goza de una mayor sobriedad, siendo un hombre vital en todos los clubes en los que jugó a partir de su éxito en el Atlético de Madrid en 1995-96.

La línea de defensa es otro de los puntos fuertes del equipo. El fútbol valenciano siempre ofreció buenos marcadores; jugadores de gran potencia, forjados en los difíciles campos de la zona hasta mitad del siglo XX. Aunque también fue importante la polivalencia del joven Miguel Tendillo o la colocación y liderazgo de Manolo Mestre.

En este once nos decantaremos por una línea de tres zagueros, debido a la cantidad de buenos futbolistas que reunirá la zona ancha del campo. Una buena elección podría representarla Ricardo Arias, Tendillo y Mestre. No hay que olvidarse de Raúl Albiol, el único futbolista valenciano que ha levantado la Copa del mundo, ni de otros jugadores que también militaron en el Real Madrid, como Antonio Calpe o Manuel Sanchís Hontiyuelo, padre de Manuel Sanchís Martínez. Si decidiésemos jugar con otro sistema en el que se incluyera un mayor números de defensas, existirían diferentes alternativas, como incluir en la banda izquierda a Juanfran García, mundialista de dilatada experiencia en varias ligas, o en una versión más ochentera, a los Camarasa, Giner o Voro.

El centro del campo es la zona noble del equipo. Las opciones son numerosas, por lo que reforzar esta línea de juego, siempre sería beneficioso para el éxito del conjunto. Una buena elección sería colocar un doble pivote defensivo, con dos leyendas del Valencia Club de Fútbol como pilares: David Albelda y Antonio Puchades representarían un centro del campo de gran riqueza. El de La Pobla Llarga en su mejor versión, la que le consagró como uno de los más destacados destructores de juego del fútbol europeo hace pocos años. El de Sueca, transformado en el auténtico pulmón que fue pieza clave del Valencia de mediados del pasado siglo y de la selección española en la Copa del Mundo de 1950. Prescindir de estos dos hombres es un lujo que el equipo no se podría permitir, y con más razón jugando con una defensa tan reducida de efectivos.

Por el extremo izquierdo sería titular el puñal de Benicalap Vicente Rodríguez, siempre y cuando demostrara el nivel de sus mejores temporadas. Aportaría buen trato de balón, llegada, regate y desborde por banda. Otro hombre con buena llegada, y que en este once habría que recolocar en banda, sería el Lobo Carrasco, nacido en Alcoy y brillante futbolista del Barcelona durante tantos años.

Centrocampistas con gol que ayudarían en labores ofensivas y podrían ofrecer una buena circulación de balón, serían Pep Claramunt o Fernando Gómez Colomer. El primero fue fundamental en el título de liga conquistado por el Valencia en 1971, y el segundo tuvo unos años magníficos hasta mediados de los noventa. A Fernando solo le faltó coronar su trayectoria con títulos, ya que lo tuvo casi todo para pasar a la historia. En este centro del campo de estrellas, se podría alternar con Antonio Maceda (el héroe de Francia 84), jugar en segunda línea con Guillermo Amor o reforzar el centro del campo con el enigmático Robert Fernández. Sin olvidarse de Saura, Juan Manuel Asensi (299 partidos de liga con el Barça), y una lista interminable de futbolistas de calidad que comienza en los Eduardo Cubells o Arturo Montes (aunque estos dos últimos tendían a dejarse caer más en ataque), y continúa con los Vicente Seguí, Roberto Gil, Farinós o Rufete...

Y llegamos a la delantera, donde no existe tanta competitividad como en la media, aunque grandes atacantes lucharían por el puesto. Cabría la posibilidad de jugar con Gaspar Rubio, nacido en Serra en 1908 y uno de los goleadores más efectivos en su época, aunque algo excéntrico e indisciplinado. Guillot es otro de los delanteros más certeros de la historia del fútbol valenciano, así como Vicente Asensi (que jugaba por banda pero formó parte de la famosa "delantera eléctrica" del Valencia Club de Fútbol), o el castellonense Manuel Badenes (con muy buenos números en primera división). En tiempos más recientes destacaron Juan Sánchez o Javi Moreno, que llegó a jugar en el todopoderoso A.C. Milán, e incluso Pichi Alonso; el de Benicarló marcó más de 100 goles en primera división. Roberto Soldado asoma en el horizonte de la selección histórica, aunque todavía debe ofrecer mucho más para convertirse en uno de los killers del equipo.