Gameiro y otros tantos deseados, por fin, en Mestalla

Muchos sueños de Braulio están en el Sevilla

Nacho Ballester | 21 SEPT. 2013 | 07:45

El delantero más deseado por Braulio Vázquez en los últimos tres años, Kevin Gameiro, estará por fin este domingo en Mestalla vistiendo la camiseta del Sevilla Fútbol Club. El sueño del director deportivo gallego no pudo ser ante su falta de decisión durante el pasado verano. Monchi le adelantó por la derecha y se llevó al ariete francés y a muchos otros más que ahora repasamos.

La afición del Valencia podría ver de cerca al que pudo ser su ídolo en ataque la temporada pasada. Bien es cierto que Gameiro le hizo 'la 13/14" a Braulio al decirle que sí fichaba y luego tirarse atrás para firmar por el PSG porque Blanc le había prometido que jugar en la Ligue 1 era clave para llevarlo a la Eurocopa con la selección francesa. Gameiro jugó lo justo y de suplente y se quedó sin la Euro y sin fichar por el Valencia.

Cabe recordar que Gameiro vino con el Paris Saint Germain la temporada pasada a Mestalla pero no salió a jugar ni un solo minuto, por lo que no pudimos ver toda su 'magia' en directo. Tal y como han salido los últimos fichajes de Braulio Vázquez, no me extrañaría nada que Gameiro fuera otra pifia. Por contra, si Gameiro cuaja un temporadón, quizá sea solamente mala suerte o la poca mano del gallego para negociar los traspasos.

OTROS QUE TAMBIÉN SONARÓN DEL SEVILLA

Nico Pareja:

El central argentino era la obsesión de Unai Emery durante toda su etapa en el Valencia y Braulio no fue capaz de ficharlo, Monchi lo logró al primer intento. Esta recuperándose de una lesión. Será indiscutible para Emery.

Marko Marin:

La temporada pasada el Valencia intentó su cesión durante el mercado invernal y por motivos que no llegaron a hacerse públicos no pudieron hacerse con él. Al Sevilla le costó tiempo, pero finalmente cerraron su cesión a mediados del verano.

Vicente Iborra:

Quizá el caso más sorprendente. El Valencia le seguía la pista desde hace tiempo y el propio jugar lo sabía. No se sabe muy bien qué ocurrío, pero el Sevilla llegó, pagó la cláusula y se lo llevó. Braulio llevaba dos años hablando y hablando y hablando, más y más. Braulio es más lento negociando que Moussambani nadando en la piscina de Sídney.