Pesadilla del Valencia en Mestalla: Claves y consecuencias

Ya suenan nombres para sustituir a Djukic pero Salvo no quiere tomar una decisión en caliente

Dani Meroño | 20 SEPT. 2013 | 01:05

Ni en el peor de los casos el valencianismo se imaginaba una noche como la vivida en Mestalla ante el Swansea. La derrota, dolorosa, solo era el principio de una noche larga donde salieron a relucir muchas heridas que parecían cerradas en un vestuario que vive unas horas límites. Egos, falta de liderazgo e incongruencia a la hora de mantener una filosofía de juego son algunos de los motivos que hicieron que la afición explotara.

La afición explotó

La grada de Mestalla acudió religiosamente al partido con el objetivo de hacer borrón y cuenta nueva ante una trayectoria más irregular de lo esperado en lo que lleva el Valencia CF de temporada. Cánticos como "jugadores mercenarios" o "esa camiseta no la merecéis" fueron la banda sonora de un partido que acabó de la peor forma: con humillación visitante en lo deportivo y lo motivacional. Sergio Canales se ocupó de atender a la prensa en una noche difícil, donde el club no facilitó a ninguno de los capitanes para explicar a la afición qué es lo que había ocurrido. No obstante Ricardo Costa, por motu propio, decidió dar la cara como ya ocurrió la campaña pasada con Mauricio Pellegrino.

La Curva Nord, quien horas antes del encuentro anunciaba la salida de Paco Rausell, uno de los fundadores y máximos exponentes del grupo de animación, se rebeló contra los continuos acosos policiales así como por la poca implicación de los futbolistas. Motivos que hicieron que durante algo más de cinco minutos de la segunda mitad la Curva Nord estuviera vacía.

[video:http://www.youtube.com/watch?v=ngl-toAP1Js]

Djukic y el cuerpo técnico

Paralelamente, Djukic y su cuerpo técnico tienen otra visión distinta. Si bien es cierto que no bajan los brazos y se dan por vencidos, una derrota en Sevilla podría ser una situación demasiado límite para los preparadores valencianistas. Y es que, según ha podido conocer Deporte Valenciano, uno de los miembros del cuerpo técnico apenas se habla con cuatro jugadores de la plantilla más allá de lo estrictamente profesional o necesario. Una historia, la de uno de los jóvenes preparadores, que motivó -junto a otras pequeñas cosas- la pregunta sobre si "ocurría algo" con Djukic o algún miembro del cuerpo técnico. La cosa viene de lejos, aunque desde hace tres semanas a esta parte se ha agravado considerablemente en base a una serie de acontecimientos.

Un vestuario dividido

Los grupos en un vestuario son la tónica habitual en el mundo del fútbol. Las filias y fobias están a la orden del día en cada equipo de cualquier categoría, no obstante, el del Valencia CF siempre suele ser difícil de manejar, sobre todo ante una ausencia de líderes que guien a aquellos que no terminan de estar cómodos. Hay un cierto sector del vestuario que no comulga con las ideas de Djukic. Desde lo que atañe a lo estrictamente futbolístico hasta lo que va más allá de lo balompedístico y se centra en lo personal.

Futbolistas que se esfuerzan en los entrenamientos y no encuentran la recompensa el fin de semana y, curiosamente, casos inversos donde, a pesar de no estar a buen nivel, tienen hueco en el equipo titular. Eso, unido a aquellos jugadores que reclaman protagonismo en rueda de prensa pero no se lo ganan en el terreno de juego cansan a muchos jugadores que apenas hacen piña como en otras temporadas. Rara vez toda la plantilla se reúne para comer un asado, de comida o de celebraciones.

Canteranos venidos a más y veteranos a menos, quienes asumen roles que no les pertenecen, empobrecen un vestuario con papeles muy marcados y definidos. Algo que incomoda y mucho a la hora de trabajar. Lejos quedan ya aquella famosa autogestión de capitanes, liderazgo de estandartes y la veteranía del brazalete. Precisamente, el portador del mismo, Ricardo Costa, fue de los pocos que se atrevieron a dialogar con una afición enfadada, que supo premiar con un aplauso al único y primero de los futbolistas que salió caminando por la puerta del parking de Mestalla.


El resto, tras la habitual cena tras los partidos impuesta por el club, decidió esperar a que llegaran las fuerzas de seguridad para poder abandonar el recinto.

Salvo convocó una reunión de urgencia

A las 23 horas terminaba el consejo de administración de urgencia, el primero de la era Salvo y de la temporada. Un cónclave donde también estaban Braulio Vázquez y Luis Cervera que, tras hablar con los jugadores tras la cena en Mestalla, intercambiaron opiniones y buscaron soluciones de cara a mejorar la imagen y el rendimiento del equipo. No obstante, pese a lo que pueda parecer, no se va a tomar una decisión en caliente y, tanta es la confianza en Djukic, que no se piensa en una destitución pese a todo lo acontecido. Un maremagnum de acontecimientos en el que Amadeo Salvo y sus más allegados decidieron no tomar una decisión en caliente y analizar tranquilamente la situación.

Ya hay ofrecimientos y empiezan a sonar entrenadores

Mestalla era un hervidero de noticias, rumores y cábalas. Buena prueba es que anoche mismo ya se especulaba con la posibilidad de que hubieran ofrecimientos ante una posible salida de Djukic. La buena relación de Amadeo Salvo con Doyen, el fondo inversor en el que participa y representa Jorge Mendes, no hace sino acrecentar los rumores de una posible vuelta de Quique Sánchez Flores, quien actualmente se encuentra sin equipo y no vería con malos ojos volver al Camp de Mestalla. Otro de los nombres que ha sonado es el de Gustavo Poyet, quien podría ser ofrecido en los próximos días a la entidad de Mestalla tras estar sin equipo después de salir del Brighton tal y como explicaba el periodista Toni Giner en Radioesport. Guus Hiddink es otro de los que ilusionarían a la afición pero que el Valencia CF no podría pagar ni un mes de salario, ya que es uno de los que tiene el caché más alto. Por supuesto, entre los aficionados siempre salen quinielas entre las que aparecen Luis Aragonés o José Antonio Camacho.

Lo cierto es que, más allá de rumores o especulaciones, el Valencia CF pasa por una de las primeras crisis deportivas de la era Salvo, más allá de la no consecución de la clasificación para la Champions League o de la marcha de Ernesto Valverde. Un momento clave que decidirá el porvenir del conjunto valencianista esta campaña y, por ende, de la ilusión de todos sus aficionados. El proyecto GloVal depende de algo tan local como ganar el próximo domingo en Mestalla.