El gigante empieza a desperezarse (1-2)

El Valencia perdió en casa ante el Milan

Francisco Ortí | 27 JUL. 2013 | 21:51

El Valencia de Miroslav Djukic continúa sin conocer la victoria durante la temporada 2013-2014 después de perder 1-2 en Mestalla ante el AC Milan. Pese a todo, las sensaciones que dejaron los valencianistas en su regreso a España fueron positivas y se pudo ver una mejoría en el equipo. Tras los tres amistosos en Alemania, el duelo contra los italianos empezó a mostrar rasgos identificativos de lo que será el Valencia de Djukic y fue de menos a más durante los noventa minutos.

Desde el primer minuto se vio que ni Valencia ni Milan se tomaban el encuentro como un amistoso. Eso es lo que hizo más preocupante la mala imagen que ofrecieron los valencianistas en el primer tiempo. Pese a la sobredosis de adrenalina de los locales, rayando la antideportividad por momentos, los rossoneri fueron claramente superiores. A los italianos les bastó con aprovechar las indecisiones del Valencia en ambas áreas para marcar abrir brecha en el marcador.

El primer aviso llegó de botas de Robinho, quien desperdició una pena máxima que había cometido Vicente Guaita de manera pueril. Pero el brasileño supo reponerse de su error y pocos segundos después estrenó el marcador con un disparo cruzado tras una perdida innecesaria de Ever Banega en la salida del balón. Un despiste grave en defensa que se reeditaría poco después cuando ni Javi Fuego ni Feghouli lograron despejar el balón con claridad y éste acabó en las botas de De Jong, quien lo mandó a la escuadra con un potente disparo desde la frontal del área.

Las sensaciones en Mestalla eran muy negativas, pero mejoraron tras el descanso. El carrusel de cambios en la reanudación sentó bien al Valencia, que comenzó a tener más el balón y jugar más cerca de la portería rossonera. Esto pronto se vería reflejado en el marcador. Jonas, que no estaba muy acertado, se inventó un genial pase picado por encima de la defensa italiana para que Paco Alcácer lo controlara con maestría y lo cediera a Parejo, quien no perdonó.

Con 1-2 en contra el Valencia terminó de recuperar la confianza en sí mismo y buscó con descaro el empate. Djukic inyectó oxígeno y dotó de piernas frescas a su gigante con la entrada de los Bernat, Viera, Míchel o Oriol Romeu, y el juego de los locales lo agradeció. Pero quien más inspirado estuvo fue Fede, que revolucionó el ataque valencianista y generó peligro con varios disparos desde media distancia. Allegri intentó compensar con la entrada de El Shaarawy, buscando la reacción en el Milan, pero la posesión continuó siendo valencianista hasta el final. Pese a todo, los rossoneri supieron defender con la suficiente sobriedad para que el Valencia no encontrara el empate. De este modo, Djukic continúa sin conocer la victoria después de cuatro partidos, pero las sensaciones son cada día más favorables.