Victoria del Villarreal por 0-3 ante el Barcelona B

Se jugará el ascenso directo contra el Almería en la última jornada

Daniel Pardo | 02 JUN. 2013 | 23:43

Contundente victoria de los de Marcelino García Toral ante un filial barcelonista impotente. Pereira, Soriano y Perbet alegraron y de qué manera la velada a los casi 10.000 seguidores groguets que se desplazaron hasta tierras catalanas. La victoria sufrida del Almería ante el Girona aplaza el ascenso hasta la última jornada que se prevé vibrante. En el partido en El Madrigal entre Villarreal y Almería se espera certificar el objetivo de toda una temporada.

Sólo queda una batalla, la última de todas, y la más grande de ellas. El Villarreal demostró en el día de hoy porque se merece ser equipo de primera división, goleando al Barça B por 0-3. Se le queda muy pequeña la categoría de plata del futbol español y prueba de ello fue el ver como el equipo B de un primera no pudo ni hacerle sombra a todo un submarino. Marcelino se presentó en Barcelona con un ejército espléndido y con la mayoría de sus mejores guerreros. La muestra del potencial amarillo se palpó con la movilización de un gran ejército; 10.000 personas acudieron a la llamada de su general, 170 buques los transportaron, y junto con algunos grandes capitanes (Bruno Soriano, Cani, Pereira o Perbet) el Villarreal conquistó Barcelona con la suficiencia de todo un campeón.

El filial azulgrana intentó en el inicio del partido no dar muestras de flaqueza, aunque se mostraron sorprendidos desde el minuto 1 con la fuerza de este Villarreal. Cani lo intentó por banda en más de una ocasión, al igual que Perbet, pero el meta local, Oier estuvo providencial. Uche se lesionó pasado el primer cuarto de hora, y sin uno de sus héroes el Villarreal se inundó en un mar de dudas, al tiempo que Deulofeu y Araujo se agrandaron y con su desparpajo habitual incomodaron en un par de ocasiones al meta Juan Carlos.

Pero como en cada batalla, la suerte es un valioso aliado, y estaba de parte de los visitantes. Gol en el minuto 45 de Pereira al rematar una falta que dio nuevos aires de grandeza a sus compañeros, y al mismo tiempo encerraba a los locales en su propio campo, golpe psicológico.

Tras la reanudación, y sin dar tregua alguna los amarillos salieron a dar el golpe de gracia, con tanta eficacia que en el 52 Bruno cabeceaba de nuevo el 0-2 dando una estacada casi definitiva a su rival, hasta que Perbet cuatro minutos después y tras varios rechaces, aniquilaba por fin al ejército rival. Con el 0-3 la afición ya se sentía correspondida con el equipo, y estos, conscientes de ello, trataron de guardar fuerzas para la última batalla de la temporada. Esa batalla final que hay en todo gran largometraje, de las que hacen que recordemos las hazañas de sus protagonistas; si señores, la batalla que decidirá la conquista de una temporada. Esperemos que estén a la altura, confianza es indudable que la tienen, sólo falta por saber, si la suerte de nuevo será su aliada.