13 años de la final de París

El 24 de mayo se cumplen 13 años de la final de París entre el Real Madrid y el Valencia, la primera vez que el club de Mestalla tuvo oportunidad de conquistar la Liga de Campeones.

Se cumplen 13 años de la primera final de la Liga de Campeones que disputó el Valencia Club de fútbol en el estadio de Saint-Denis. El recuerdo de aquel partido permanece vivo en la memoria del valencianismo, aunque es cierto que las circunstancias que rodearon al encuentro y la mala imagen ofrecida por el equipo en aquella primera aparición en una final ensombreció la magnífica campaña realizada por el conjunto de Héctor Cúper.

El Valencia volvía a la máxima competición europea 28 años más tarde. Una corta experiencia en 1971 representaba el escaso balance del equipo ché en la Copa de Europa. En aquella ocasión el talento magiar del Uljpest Dosza había terminado con la andadura del equipo en la competición. Un camino que comenzó para los de Di Stéfano en verano, cuando los valencianistas se vieron obligados a jugar una ronda previa.

En 1999 se repetía la historia, ya que el cuarto puesto logrado en el campeonato de liga obligaba a los de Héctor Cúper a disputar una criba antes de luchar contra los mejores en el primer grupo de clasificación. El Hapoel Haifa israelí fue la primera piedra de toque en aquel torneo que traería grandes alegrías al valencianismo. Los goles de Claudio López y Farinós, unidos al doblete de Juan Sánchez en el encuentro de vuelta, permitieron la clasificación del equipo. Fue un verano muy dulce para el Valencia, ya que a la alegría de jugar con los mejores de Europa se sumaba la consecución de la primera y hasta el momento única supercopa española ganada por el club.

El sorteo de la primera fase sin embargo fue demoledor para el Valencia: Glasgow Rangers, PSV y Bayern Munich se presentaban como rivales muy duros en aquella primera Liga de Campeones con más de dos equipos como representantes de varias federaciones. Pero los Claudio López, Mendieta, Gerard y Cañizares dieron la cara, salvando el honor del valencianismo y sorprendiendo a Europa con su mezcla de talento y ambición.

Los de Cúper obtuvieron su clasificación para la segunda fase tras un espectacular partido en el campo de Ibrox Park, escenario en el pasado de triunfos valencianistas y tapete de juego en 1999 del primer golpe sobre la mesa de aquel equipo que maravilló al viejo continente durante dos temporadas.

Una sensacional primera parte en la que Claudio López y Mendieta adelantaron al Valencia fue el botín que el equipo blanquinegro defendió en la segunda mitad. Los escoceses encerraron a los de Cúper, y por momentos parecía que los "ché" perdían el control del partido. Pero gracias a un poderoso juego defensivo y un gran Palop, el Valencia certificaba su pase a la segunda fase de grupos. Una vez allí, Manchester United, Girondins de Burdeos y Fiorentina, fueron los clubes que debían jugarse un puesto en los cuartos de final ante el equipo español. Rivales difíciles y experimentados en seis encuentros en los que el Valencia sufrió mucho. La derrota en Old Trafford y en Florencia con escándalo arbitral incluido fueron obstáculos para el voluntarioso conjunto de Héctor Cúper. Pero en el cuarto encuentro de la liguilla Mestalla se convirtió en un fortín ante los “viola“, en una gran noche en la que se jugó con la emoción y el sufrimiento y en la que Pedja Mijatovic vivió su amarga despedida del estadio valencianista. Ante el United en la última jornada los dos equipos jugaron al cero a cero, en un pacto de no agresión que tuvo su punto culminante en la segunda parte.

La millonaria Lazio de Roma, con Verón, Salas o Mijhailovic, sufrió el vendaval valencianista en los cuartos de final. Fue la noche de Gerard y el primer gran recital de Claudio López en la competición. El centrocampista catalán marcó tres goles, mientras que el argentino alargó el sueño con una escapada en el último minuto que ponía tierra de por medio entre los dos equipos. El 5-2 con el que se viajó a Roma otorgaba una gran confianza; la eliminatoria no se escaparía salvo hecatombe. Un golazo de Verón instauró la zozobra en el corazón de miles de valencianistas, pero la gesta estaba conseguida. El Valencia era por primera vez en la historia semifinalista de la competición más importante del fútbol europeo.

Un duelo fratricida ante el Barça era el último escollo antes de jugar la final de París. Los de Cúper se encontraban sin saberlo a las puertas de una gesta, y también de un revés en una final que sería difícil de olvidar. Nuevamente Claudio López sentenció en el encuentro de ida, en uno de los goles más recordados de la historia del viejo Mestalla. En Barcelona se cumplió el sueño entre flamear de pañuelos de la afición local. El Valencia se clasificaba a la final de la competición con una derrota que supo irremediablemente a victoria.

Lo que ocurrió en París fue un mal sueño para el Valencia. El Real Madrid ganó con merecimiento la octava frente a un conjunto que no dio la talla en el partido más importante de la historia del club. Las bajas, el sonido de cantos de sirena de los mejores equipos del continente en busca de futbolistas del Valencia, la presión del lugar y el nombre del rival pesó demasiado al conjunto ché. 13 años más tarde el recuerdo de la primera final con color valenciano en el teatro de la Champions League permanece viva en el recuerdo.

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