Valencia-Baník Ostrava, 30 años de la pantanada de Tous

El Valencia ganó con un gol de Kurt Welz

Jose Hernández | 20 OCT. 2012 | 15:08

Se cumplen 30 años del Valencia-Baník Ostrava de la Copa de la UEFA 1982-83, un encuentro que coincidió con una de las mayores catástrofes naturales ocurridas en la Comunidad Valenciana.

El 20 de Octubre de 1982 es una jornada marcada en negro en la historia de la Comunidad Valenciana; las inundaciones conocidas como la “Pantanada de Tous”, son parte de la crónica más oscura del pueblo valenciano en los años ochenta. El Valencia Club de Fútbol participó de forma secundaria en la fatalidad, ya que aquel día hubo fútbol en el estadio de Mestalla (Luís Casanova en su denominación oficial de la época), produciéndose una de las victorias más tristes de la historia.

La Copa de la UEFA era la tabla de salvación para un club que estaba viviendo una auténtica crisis en el campeonato de liga. Miljan Miljanic, técnico con gran experiencia, dotes de mando y excelentes condiciones para las relaciones públicas, estaba a punto de hacerse con las riendas de una plantilla que no había alcanzado el nivel esperado con Manolo Mestre en el banquillo. El día que Miljanic llegó a la capital del Túria, Valencia sufrió un temporal como hacía años que no se producía. De hecho, el técnico yugoslavo llegó por carretera ya que el vuelo que debía trasladarle desde Barcelona fue suspendido.

El Valencia se enfrentaba ese día al Baník Ostrava checo en el partido de ida de la segunda ronda de la Copa de la UEFA. Europa se había convertido en aliado del Valencia, donde al contrario del rendimiento ofrecido en el campeonato de liga, el equipo sí que estaba dando una buena imagen. El Manchester United de Bryan Robson y Norman Whiteside, había sido la primera víctima de los hombres de Manolo Mestre en una heroica eliminatoria. Pero el día en el que solo debía pensarse en fútbol, y en todo caso en la posible incorporación de Miljanic, las noticias que llegaban desde varios puntos de la geografía valenciana eran horribles.

Municipios evacuados, personas fallecidas, muchos desaparecidos y la sensación de que harían falta décadas para mitigar parte del desastre. En Valencia el temporal se tradujo en fortísimos vientos de más de 80 kilómetros por hora, que derribaron árboles y arrasaron gran parte de las señales de tráfico de la ciudad. Las zonas colindantes al estadio valencianista, ofrecían una evidente muestra de la catástrofe. La imagen de la Avenida Blasco Ibañez era casi aterradora, y muy cerca del Club Náutico embarrancó el buque holandés “Gloria Siderum”. Con semejante panorama, muy pocos aficionados se atrevieron a asistir al estadio.

El Baník Ostrava llegaba a Valencia tras eliminar en la primera ronda al débil Glentoran Norirlandés, pero pese a ello, era un conjunto temido. El Valencia vivía un proceso de transición evidente. Los Kempes, Arias o Pablo Rodríguez, no pasaban por su mejor momento, y el club terminaría salvándose del descenso aquella temporada con un gol in-extremis ante el Real Madrid de Miguel Tendillo.

Ante el Baník no hubo fútbol porque el terreno de juego no lo permitió. El partido estuvo suspendido unos minutos y se resolvió con un tanto del austriaco Kurt Welzl, un hombre que terminaba de ser inscrito en competiciones europeas debido a la inesperada recaída en su lesión de una de las estrellas del equipo, el electrizante y talentoso Frank Arnessen. Welzl había recibido la baja para que Mario Alberto Kempes pudiera ocupar una plaza de extranjero en su segunda etapa, tras llegar desde el River Plate argentino.

El campo de juego se convirtió en una auténtica piscina de agua donde el balón no avanzaba y se corría un riesgo serio para la integridad de los futbolistas. Se especuló con la suspensión definitiva del enfrentamiento, pero los checos forzaron a que se jugara por dos razones: la primera fue que debían alargar su estancia en la ciudad, con el consiguiente gasto y la dificultad de gestionar plazas de hotel ya que durante aquellos días se celebraba una importante feria internacional en la ciudad, y la segunda, porque tras lo visto en el terreno de juego, demostraron ser un conjunto con mucho menos potencial del que se esperaba, y el 1-0 se antojaba un resultado corto para el Valencia a tenor de las evoluciones de los dos conjuntos. Así lo explicaba Manolo Mestre ante los periodistas congregados en una zona mixta inundada de agua: “Pudimos ganar por un marcador más amplio, pero el estado del campo nos perjudicó". Vía Ciberche:

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Los jugadores se mostraron preocupados por la situación de angustia que se vivía debido al temporal. Gran parte de la plantilla mostró su solidaridad con las víctimas de una tragedia que se multiplicaba conforme avanzaban las horas. El presidente del gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo acudió a Valencia, de la misma forma que gran parte de los implicados en la campaña de las elecciones generales que tendrían lugar en España una semana más tarde, incluso se barajó la opción de que los comicios electorales fueran suspendidos.

El deporte español se movilizó nada más conocerse las pésimas noticias. El Valencia Club de Fútbol realizó una colecta entre sus futbolistas para ayudar a los damnificados, los jugadores del Levante acordaron donar parte de sus primas, y los dos grandes del fútbol español, Real Madrid y Barcelona, ofrecieron sus equipos para la realización de partidos en beneficio de las víctimas.

Miljan Miljanic por su parte, terminó convirtiéndose en el máximo responsable de la plantilla del Valencia. El yugoslavo se hizo de rogar, y no decidió su incorporación definitiva hasta que examinó con exhaustiva meticulosidad todo el funcionamiento del club, desde la cantera hasta los fichajes. Miljanic era una estrella y un obsesivo de su trabajo, la lástima fue que en Valencia no terminó de demostrar el talento que se le presuponía antes de firmar. Dejó de ser entrenador del equipo tras una derrota en Sarrià frente al Espanyol 5-2, en un encuentro que ganaba en el minuto cuatro de la segunda parte por... ¡0-2!

Tras visitar Ostrava, sufrir para obtener la clasificación y defender el 1-0 del partido de ida, el Valencia eliminó al Spartak de Moscú en octavos de final con un espectacular gol del malogrado Enrique Moreno. En cuartos de final, el conjunto “ché” vería frenada su trayectoria por el poderoso Anderlecht de Vercauteren y Morten Olsen. Pero la Copa de la UEFA 1982-83 quedó sellada por motivos ajenos al deporte... el Valencia-Banik Ostrava siempre será ”el partido de la pantanada de Tous”.