Preocupa el bajo rendimiento de Andrés Guardado en el Valencia

Desdibujado, escaso de recursos y sin capacidad para marcar diferencias, así es como se ha mostrado Andrés Guardado durante sus primeros partidos como jugador del Valencia. Algo está fallando en el internacional mexicano, algo le está bloqueando desde que cambió Riazor por Mestalla. Llegó a la Ciudad del Turia con la vitola de jugador de primer nivel como consecuencia de sus buenas actuaciones en temporadas anteriores, pero con la camiseta blanc i negra todavía no ha sido capaz de demostrar todo su potencial. Parece tratarse de un jugador intrascendente, y no del desequilibrante futbolista que había sido anteriormente.

Cuando el Valencia anunció durante el pasado verano el fichaje de Andrés Guardado procedente del Deportivo de la Coruña, en la memoria del valencianismo resucitaron los recuerdos de viejas jugadas del mexicano en las que corría a gran velocidad, pegado a la cal izquierda y era un auténtico puñal. Su llegada paliaba la pérdida de Jordi Alba y permitía al Valencia recuperar parte de esa velocidad para el flanco zurdo de su ataque con un jugador vertical y facilidad para ganar la línea de fondo.

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Sin embargo, tras el arranque de temporada todas esas promesas se han difuminado como meras ilusiones que nunca fueron reales. El Guardado decisivo, con llegada al área y capaz de romper un partido por sí solo que brilló en el Deportivo de la Coruña no es el mismo que ha aterrizado en Mestalla este verano. Su concurso en lo que llevamos de temporada está siendo intrascendente y su presencia o no sobre el terreno de juego no tiene efecto en la dinámica del equipo. Cuando está no se le ve, y cuando no está no se le echa de menos. Ni desborda, ni llega al área, ni pisa la línea de fondo.

Hasta el momento, Guardado ha participado en seis partidos de Liga -en todos menos frente al Celta de Vigo tras regresar de una convocatoria con México- siendo titular en cuatro de ellos, y suplente en dos, lo que demuestra que cuenta con la confianza de Mauricio Pellegrino. Además, ha jugado de inicio en los dos partidos de Liga de Campeones que el Valencia ha disputado hasta ahora contra Bayern de Munich y Lille. Pero, pese a contar con tantas oportunidades, no ha podido mostrar su talento. Ningún gol, ninguna asistencia, tan solo cinco disparo a puerta y 30 pérdidas de balón. Unos números muy pobres para un jugador del que se esperaba mucho más.

El motivo de su escaso rendimiento es todo un misterio. Y empieza a aparecer el miedo de que el mexicano se convierta en otro caso Parejo. De momento, Mestalla tiene paciencia y Pellegrino le concede una oportunidad tras otra, pero Guardado deberá respetar más pronto que tarde o la situación comenzará a tornarse en su contra. El tiempo corre en su contra.

Jonathan Viera le quita el sitio

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La peor noticia para Andrés Guardado al margen de su pobre rendimiento es que por detrás viene pisando fuerte un jugador tan ilusionante como Jonathan Viera. El jugador canario sí que ha sabido aprovechar sus oportunidades cada vez que Pellegrino le ha dado la alternativa y el Valencia ha mejorado cuando era él quien ocupaba el flanco izquierdo del ataque. No tiene la velocidad del mexicano, ni su experiencia, pero está aportando mucho más cada vez que salta al terreno de juego.

Viera ha participado en un partido menos que Guardado en lo que llevamos de Liga BBVA y mejora en todo al mexicano. Ha marcado un gol, ha repartido una asistencia, y ha disparado el doble de veces a puerta. Los números favorecen al canario y también las sensaciones. Tanto que poco a poco le ha ido quitando el sitio a Andrés Guardado en el once y cada vez se siente más el dueño de la banda izquierda del Valencia CF.

Desde que Guardado se fue por primera vez con la selección de México no ha vuelto a ser titular en la banda izquierda del Valencia durante un partido de Liga y esta semana se vuelve a marchar con el Tri, por lo que se le acumulan los problemas. Los tres partidos de sanción de Sofiane Feghouli le ofrecen la oportunidad de ser titular, aunque pegado a la banda derecha y ante el Levante ya quedó claro que no se siente cómodo allí. Pintan mal las cosas para Guardado, a quien ya no le quedan muchas balas antes de empezar a escuchar las primeras críticas. Y cuando Mestalla critica no tiene piedad...