Con Vicente Guaita y Fernando Gago no es suficiente

La titularidad de ambos mejora el equipo, pero hace falta mucho más

Francisco Ortí | 07 OCT. 2012 | 16:32

El regreso al once inicial de Vicente Guaita y Fernando Gago ha aportado tranquilidad y, sobre todo, cerebro al Valencia, pero todavía hace falta mucho más, como ha quedado claro tras el partido ante el Levante en el que el conjunto valencianista ha encajado una nueva derrota como visitante. Ambos representan dos piezas clave en el equipo entrenado por Mauricio Pellegrino, los dos marcan el camino correcto hacia el éxito, pero no lo pueden recorrer solos. Hace falta la ayuda de más valientes capaces de seguir su ejemplo.

La reaparición de Gago ha sido decisiva para recomponer un Valencia que parecía huérfano de ideas. Con Tino Costa y Dani Parejo al cargo de la sala de máquinas, el equipo era incapaz de funcionar con continuidad. El argentino ha aportado esa pausa necesaria y, sobre todo, el criterio que tanto escaseaba. Su reiterada presencia en el once es indispensable para una temporada sana en Mestalla y así se ha asumido por la amplia mayoría de la parroquía valencianista.

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La presencia de Vicente Guaita, sin embargo, se ha recibido con menos complacencia entre el valencianismo y tanto o más decisiva que la de Fernando Gago. El portero es el otro hemismeferio del cerebro que necesita el Valencia de Mauricio Pellegrino para ser capaz para empezar a caminar. El debate en la portería es uno de los más calientes en los mentideros valencianistas y en apenas tres partidos Guaita ha dejado claramente que debe jugar siempre por delante de Diego Alves. Él es el portero titular del Valencia y lo demuestra partido a partido.

Diego Alves es más vistoso, desde luego. Tiene unos reflejos felinos y acostumbra a protagonizar paradas increíbles. Le hemos visto firmar actuaciones muy estéticas a lo largo de esta misma temporada e incluso parar penaltis. Pero un portero debe ofrecer mucho más que estiradas perfectas para la foto. Una guardameta, y más en este Valencia, debe seguridad. Debe ser un sustento desde el que se construya su defensa. Y en eso, aunque sea más complicado de identificar, vence Guaita por goleada. En el de Torrente se puede confiar. En el brasileño, no tanto.

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Mientras que Alves destaca con estiradas estéticas, Guaita realiza un trabajo más difícil de percibir, pero que se agracede enormemente. Siempre será mejor portero aquel que consiga evitar las ocasiones antes de tener que realizar una parada, y Guaita es experto en esto. Con el brasileño la jugada siempre desemboca en gol o en parado. Guaita, en cambio, se adelanta a esa escena. Evita el mal antes de tener que solucionarlo. Bien estando rápido cortando un centro o anticipándose a un pase, bien ordenando la defensa para minimizar los fallos.

No es casualidad que una defensa que estaba rota como la del Valencia haya estado casi impecable en los tres partidos en los que Guaita ha estado bajo palos. Con Guaita bajo palos, los ché mantuvieron su portería a cero contra el Zaragoza y el Lille, y el único que ha conseguido marcar un gol ha sido el Levante en el único 'error`que no ha podido controlar el portero de Torrente. Gracias al canterano, el Valencia se siente mucho más seguro. La defensa sabe que tiene un líder, un hombre fuerte de quien poder fiarse y eso mejora sus resultados, incluso con recambios de urgencia como el de Carlos Delgado.

Pero está claro que todavía hace mucho más. El ejemplo de Guaita y Gago debe cundir entre el resto de compañeros de equipo. Jonathan Viera y Nelson Haedo Valdez parecen ser quienes más se acercan a ese buena línea que muestran las dos piezas clave. Si encuentran más imitadores el Valencia encontrará el camino hacia el triunfo. Hasta entonces continuaremos perdidos. Al menos, quedan motivos para no perder la esperanza.