“Hay que tragar saliva antes de hablar de los árbitros”

El Levante sigue escaldado con Iglesias Villanueva por el arbitraje de Pucela

Rafa Carretero | 28 AGO. 2012 | 13:22

“No podemos estar peleados con los árbitros, así que hay que tragar saliva antes de hablar”. Aunque minutos antes había dicho en los micrófonos de la COPE que “con arbitrajes como este, el Valladolid campeón de Liga”, Sergio Ballesteros rebajó el tono tras pasar la ducha. El capitán soltó la píldora, pero invitó al resto del equipo a no empastrarse contra Iglesias Villanueva, cuya actuación condenó al Levante a la derrota. El colegiado, muy casero, fue clave al señalar dos penaltis dudosos en contra de los de Juan Ignacio y, sobre todo, expulsar a David Navarro en el minuto 37, una decisión que decantó definitivamente la balanza.

“Hay manos que no tienen porqué ser tarjeta”, clamó Juan Ignacio, contrariado porque el central del Port de Sagunt vio dos amarillas en seis minutos. Fue precisamente David Navarro el que no pudo contenerse y rajó en su Twitter al escribir que se iba “frustrado” y “decepcionado” y quejarse de que Iglesias había jugado con “el esfuerzo de un equipo” y “la ilusión de una afición”. Molestos por la diferencia de criterio y el reparto de amonestaciones (7 a 1), a los granotas les costó ponerse un punto en la boca, pero al final pudo más el recuerdo de aquellos tiempos en los que los árbitros les cogieron la matrícula por sus continuas quejas.

El factor arbitral, sin embargo, tampoco disimula del todo lo que fue un mal partido. El equipo pagó el cansancio de la Euroliga, las ausencias de sus dos laterales izquierdos por lesión, el mal día individual de muchos jugadores, las molestias de Fanis Gekas, que no jugó ni un minuto, y el fracaso de la novedad táctica de Juan Ignacio, que salió de inicio con tres mediapuntas y Míchel pegado a la banda y naufragó dejando tras el descanso a Barkero solo en la punta de ataque. “Nos ha faltado intensidad y el Valladolid, que ha jugado muy bien con el balón, ha hecho mucho daño entre líneas”, reconocía Ballesteros.