Koné volverá al Sevilla con cinco goles más

El contrato con el Levante será papel mojado si llega a 18

Rafa Carretero | 02 ABR. 2012 | 17:44

Cinco goles más y Arouna Koné vuelve al Sevilla. Es la perversa cruz para el Levante del temporadón que está haciendo el delantero marfileño, que en Mestalla marcó su tanto número 13 entre Liga y Copa. Y es que una cláusula de su contrato estipula que si llega a 18, el club hispalense podrá renovarlo unilateralmente una temporada más. Un revés para los granota, que tienen un acuerdo privado con él desde el pasado verano por el cual se convertiría automáticamente en jugador de su propiedad si el próximo junio quedase libre.

El recelo existe desde principios de curso, aunque entonces nadie pensaba que Koné pudiese alcanzar esas cifras. Es más, Quico Catalán se agarra a que incluso rebasando los 18 goles hay una vía de escape judicial. Hoy por hoy en los tribunales se están tumbando muchas cláusulas unilaterales de este tipo por considerarlas ilegales. Sin embargo, el deseo del Levante no es acabar yendo a pleito. De hecho, aún se intenta ocultar el contrato privado, que podría ser papel mojado, y tan sólo habla de principio de acuerdo verbal. Un eufemismo para que el Sevilla, que paga 1,2 kilos de su ficha, no se ponga de uñas.

“Yo haré en el campo lo que sea mejor para el equipo”, dice Koné ante la insinuación de llegar a 17 goles y plantarse. Es más, preguntado al respecto, considera que si el Levante llega a Europa habría más posibilidades de que la próxima temporada continuase jugando en Orriols. La intención del club si se hace con él, en cambio, es traspasarlo y hacer caja, pese a que Catalán mantendrá la incertidumbre para subir la cotización por un hombre por el que ya hay equipos pujando.

Insatisfecho con el trato recibido, Koné no quiere regresar al Pizjuán y así lo ha aireado en más de una ocasión. Su entorno, eso sí, lleva tiempo aconsejándole que mida sus declaraciones para no soliviantar al club que todavía le paga. Es más, Monchi y compañía están dándole vueltas para intentar sacarle tajada.