Juanfran se impacienta con su renovación

Manolo Salvador se mantiene firme en su postura

Rafa Carretero | 17 MAR. 2012 | 19:20

Uno de los pocos que todavía no ha abierto la boca parece a punto de hacerlo. Él o sus agentes, pero el Levante ya sabe que Juanfran García se está impacientando con su renovación. A falta de 10 jornadas para la conclusión de la Liga y por ende de su contrato el 30 de junio, el de Barona aún no sabe si el club va a ofrecerle la opción de continuar o no. Con 35 años, la decisión no se presenta baladí, puesto que podría suponerle colgar las botas.

Hasta la fecha el Levante sólo se ha movido con Juanlu, mientras que el agente de Valdo, por más que Quico Catalán lo desmienta, sigue dando largas para mantener una reunión todavía sine die y tras la que asoma un posible acuerdo con otro club. Por otra parte, se mantiene en compás de espera Rubén Suárez, consciente de que no van a ofrecerle las dos temporadas que él quiere, y en un plano muy secundario Javi Venta, quien tras perder la titularidad lo tiene bastante crudo.

Como hombre de club, Juanfran está al corriente de que su caso sería de los últimos en abordarse. El Levante juega con la baza de que a su edad no le van a llover las ofertas. La idea de Manolo Salvador, de hecho, es aguantar todavía unos meses, lo que choca con las aspiraciones del jugador y sus agentes, quienes sotto voce piensan ya que no hay motivos para alargar la espera.

Hace unos meses, Juanfran insinuó públicamente en una entrevista que la negociación estaba encarrilada pero días después tuvo que recular. En el club no gustó que una conversación informal trascendiera. En realidad, de lo que se había hablado es de que si todo seguía igual no debería ser difícil alcanzar un acuerdo. Ahora, el tiempo corre en contra del lateral izquierdo, que pese a mantenerse firme en el once no las tiene todas consigo y teme que este pueda ser su último año en Orriols. Eso sí, el presidente, por su cuenta, ya le ha hecho un guiño.

El partido de mañana contra el Villarreal puede marcar un punto de inflexión. Si las cosas salen bien, el equipo podría dejar prácticamente sellada su permanencia, lo que significaría un pistoletazo de salida para abordar oficialmente la planificación de la próxima temporada y sentarse ya cara a cara con jugadores que, como Juanfran, han sido santo y seña y aún pueden continuar siéndolo.