El Valencia - Espanyol más recordado de la historia

El Valencia recibe en Mestalla el próximo sábado 3 de noviembre a un Espanyol tremendamente irregular y que además viene de perder ante Osasuna en Cornellà. Emery hará rotaciones pensando en la gran final ante el Chelsea del martes 6 de noviembre en Stamford Bridge. Con motivo del partido del sábado hemos querido recordar el Valencia Espanyol más decisivo de la historia del club blanquinegro.

A la afición valencianista le viene a la mente aquella magnífica noche del 27 de abril del año 2002 en la que el equipo che remontó el partido al conjunto catalán y además se adjudicó media liga. Fue una de las mejores noches vividas en toda la historia del Valencia.

El equipo de Rafa Benítez se jugaba el liderato frente a un Espanyol que parecía viajar a Mestalla para presentarse, perder y marcharse. Nada más lejos de la realidad. El Valencia salió muy enchufado al partido pero la noche empezó a torcerse mucho tras adelantarse el cuadro blanquiazul gracias a un penalti por unas manos de Roberto Ayala. Tamudo adelantó a los 'pericos' y la cosa se pondría todavía peor con la expulsión de Amadeo Carboni tres minutos después del tanto tras un encontronazo con De Lucas. La noche había pasado de ser un sueño a una pesadilla en cuestión de minutos.

Benítez convenció a sus hombres en el descanso de que la remontada era posible. El técnico madrileño dio entrada al Kily González y a Fabio Aurelio y el partido cambió. Los ches consiguieron encerrar al Espanyol en su portería con un hombre menos pero con una motivación máxima. Aimar, Kily y, sobre todo, Rubén Baraja fueron los héroes de aquella inolvidable noche.

El 'Pipo' se echó el equipo a las espaldas y sus goles hicieron explotar Mestalla 30 años después. En una buena jugada de triangulación llegó el primer tanto del vallisoletano gracias a una perfecta asistencia del Kily González. El 1-1 terminó de enloquecer al público cuando todavía quedaba mucho partido por delante. La remontada se olía en el feudo che y además el Real Madrid iba perdiendo en San Sebastián ante la Real Sociedad, por lo que la liga estaba más cerca que nunca.

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El tiempo pasaba y el Valencia no dejaba de generar una ocasión tras otra que terminaba despejando la zaga perica. Doce minutos después del primer tanto de Rubén Baraja llegaría la remontada definitiva tras una bonita jugada entre Aimar, Kily y el centrocampista español. Pablito abrió a la banda para el extremo zurdo que la puso fuerte y rasa al borde del área donde llegó Baraja para pegarle con el alma de las 53.000 personas que llenaban aquel día. El Valencia era campeón en lo psicológico y le faltaban tres puntos en lo material. Inolvidable partido de los ches.

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