Valencia - Athletic de Bilbao: Un duelo de los clásicos

Los ché golearon a los vascos en 1997.

Jose Hernández | 22 OCT. 2011 | 10:46

Athletic de Bilbao y Valencia protagonizaron en 1997 uno de los partidos mas espectaculares que se recuerdan en el Camp de Mestalla. Un resultado increíble por la forma en que se dio y balsámico por el momento en que se vivió.

Aquel día en Mestalla se vieron las caras dos entrenadores que no partían de conceptos tan diferentes a la hora de buscar la victoria.

Jorge Valdano por el bando valencianista, defendía su tesis; estética romántica en su empeño por llegar a un fútbol sencillo y vistoso para el espectador.

El francés de Tarifa Luis Fernández quería terminar con el tópico que decía que el Athletic de Bilbao no podía ofrecer un buen espectáculo y hacer frente a sus rivales con una plantilla compuesta únicamente por jugadores vascos.

Fernández vivió con el Athletic uno de los momentos mas brillantes de la historia reciente del club vizcaíno, mientras que el argentino firmó en Mestalla su epílogo como entrenador de fútbol.

El Valencia llegó a ese partido frente al Athletic con sus esperanzas rotas en competiciones coperas. Las Palmas primero en copa y el Schalke después en Uefa habían condenado al club de Mestalla a luchar por conseguir una plaza europea por mediación del campeonato liguero.

Pero las cosas no funcionaban como Valdano había pensado; el Valencia era décimo el día que recibió a los de Bilbao, mientras que el equipo de Fernández ocupaba la sexta posición con cinco puntos de ventaja sobre los valencianos.

La parroquia de Mestalla no estaba nada contenta con la evolución de su equipo. Y es que la décima posición liguera era consecuencia de una trayectoria muy irregular.

Ronaldo con el BarcelonaEl último encuentro que había jugado el Valencia antes de enfrentarse a los vascos fue una tarde de domingo frente al Barcelona. El partido significó la primera visita de Ronaldo al estadio de Mestalla y evidenció que el Valencia de Valdano era un equipo muy justito que a duras penas podía mantener el ritmo de partido que imponía el grandísimo Barcelona de Bobby Robson.

Aquel día en Mestalla, Ronaldo y Stoitchkov volvieron loca a la inocente defensa del Valencia, formada por dos futbolistas cuya mejor época ya había pasado; Patxi Ferreira y Fernando Cáceres… más un jugador que daría que hablar más tarde pero que todavía estaba aprendiendo el oficio, Iván Campo.

Ese Barça se llevó un empate de Mestalla pero el verdadero mazazo estaba por llegar...

Un gran Valladolid, rival directo en la lucha por la clasificación continental y entrenado por Cantatore, iba a sacar los colores al equipo de Valdano.

Con Víctor y Benjamín dándose un festival a costa del equipo ché, los de Zorrilla derrotaron a los hombres de Valdano por un contundente 4-1 que encendió los ánimos de la afición que acudió al siguiente partido liguero, el del Athletic.

Nadie hubiera imaginado que aquel Valencia iba a ser capaz de ofrecer una primera parte de tal calibre ante un equipo tan coherente y racional como ese Athletic de Bilbao.

Los vascos se presentaron en Mestalla con hombres de la talla de Aitor Karanka, Bixente Lizarazu o un inspirado ese año Ismael Urzáiz. El Valencia consiguió esa tarde por fín poner sobre el tapete de juego las armas que Valdano buscó desde su llegada. Juego rápido de toque e improvisación.

En esa alineación estaba todo un referente de lo que ansiaba Valdano; “el burrito” Ortega.

Karpin con el ValenciaEra un jugador que se adaptaba perfectamente a las ideas y el esquema del técnico argentino. Nadie le entendía ni comprendía mejor que él. “El burrito” guió a los valencianos ese día. Acertadísimo también el ruso Karpin, junto a Farinós consiguieron ganar la batalla del centro del campo. El centrocampista del barrio de La Torre volvió a reclamar ser el lanzador de los dos penaltis que señaló el colegiado. Pero en aquel equipo no existían concesiones, Ortega mandaba y definía.

En el minuto 34 de la primera mitad, el Valencia CF ganaba por 5 goles a 0 al Athletic.

Hacía mucho tiempo que la afición "Ché" no disfrutaba como lo estaba haciendo ese día. El brasileño Leandro contribuyó con su acierto en dos de los cinco goles, definitiva y certera la puntería del delantero valencianista esa noche sabatina.

Las estadísticas hablaban por si solas y el 5-1 con el que se fueron los dos equipos al descanso era motivo de especulación de las retransmisiones radiofónicas.

Se recordaba un resultado similar del Athletic unos años antes en el Bernabeu y las apuestas sobre como terminaría aquella noche dieron paso a una aburrida e insulsa segunda parte. Los de Valdano levantaron el pie del acelerador y permitieron que los bilbaínos maquillaran el marcador gracias a otro tanto de Urzáiz.

El 5-2 final con aquella media hora, fue quizá el mejor regalo que ofreció Jorge Valdano en su paso por Valencia. Una trayectoria llena de fantasía, derrotas dolorosas y fichajes de campanillas.

Fue uno de los partidos mas espectaculares que se recuerdan en Mestalla entre los dos equipos.

El Valencia fue, ese día si, un "equipo de dibujos animados".