La Agrupación de Peñas debe ser independiente

Era el día de ETA, el de la muerte de Gadafi. El mundo estaba conmocionado por todo lo que estaba ocurriendo. Pero la Agrupación de Peñas del Valencia, la APV, decidía lanzar un comunicado que ponía los pelos como escarpias. No sé muy bien si por el estilo literario (delicado tema), o por su contenido cargado de mensaje arrasador.
La APV durante años fue una jaula de grillos. Estuvo metida en política, y llegó a proponer el contar con un consejero. Los tiempos de excesos y devaneos pasaron, pero los delirios de no sé muy bien qué siguen presentes. Muy presentes. Y la personalidad sigue en paradero desconocido.

Escribir esto me duele. Me duele porque he luchado por esa gente, por la APV, muchos años. Y muchos de sus directivos son gente a la que tengo en el corazón desde que era niño por motivos personales. Pero cuando uno es manejado de esta manera, por el aprecio a las personas, y por el desprecio de la acción, salta de la silla.

Unai Emery está en el punto de mira, pero no creo que sea en el de la APV. Esto en mi pueblo se llama globo sonda de toda la vida. Se palpa el terreno por parte de quien tiene dudas. De quien entiende que la tormenta perfecta se viene encima. Poner a parir a los jugadores es viejo como el andar, pero atizarle al cuerpo técnico... Esa es nueva.
" La afición creemos que con estas actitudes demostradas partido tras partido y temporada tras temporada, poco crédito le queda ya al cuerpo técnico con el entrenador a la cabeza". Y se dan cuenta en la jornada 7 de Liga y 3 de Champions tras arrancar la cuarta temporada de Unai Emery. Lamentable. Oportunista. Dirigido por quien sabe moverse entre bambalinas.

Blas Madrigal, presidente de la APV, una buena persona, un gran valencianista. Me cuentan que no sabía nada del comunicado. Querido Blas, si es así, o dimites, o le quitas la careta al autor. Si no haces ninguna de las dos cosas...