Nada es imposible

Hay motivos para la esperanza en el Villarreal. La derrota ante el Nápoles fue un golpe muy duro a las posibilidades de clasificarse pero ni mucho menos se piensa ya en la eliminación. No sería la primera ni la última vez que un equipo logra meterse en los octavos de final de la Liga de Campeones tras haber perdido los dos primeros partidos.

Las sensaciones en San Paolo no fueron del todo malas, ya que el Villarreal lo intentó por todos los medios pero no era el día y más cuando en dos minutos horribles los italianos marcaron dos goles. Hay que olvidarlo ya.

En dos semanas llegará el siguiente partido ante el Manchester City en Inglaterra. Aquí si que ya no hay más opciones de fallar. Ganar sería espectacular y el punto podría verse con buenos ojos dependiendo del otro resultado del grupo. Al Villarreal le pueden venir bien las necesidades del City para que el partido se abra y puedan machacarlos a la contra. Además se añade el problema interno que se ha generado con Carlos Tévez, el cual ha sido apartado del equipo tras negarse a jugar en Alemania contra el Bayern.

Para los pesimistas, recordaremos que, en los últimos años, varios equipos han sido capaces de levantarse tras perder los dos primeros choques. El Olympique de Marsella se clasificó en la última edición de la Liga de Campeones tras perder en casa (0-1) ante el Spartak de Moscú y salir derrotado por 2-0 de Stamford Bridge ante el Chelsea. Los galos levantaron la cabeza y se clasificaron como segundos tras ganar los cuatro partidos que le restaban.

Otro ejemplo similar fue el que protagonizó el Panathinaikos en la edición 08/09. El equipo griego perdió sus dos primeros partidos por 0-2 ante el Inter y por 3-1 ante el humilde Anorthosis. Los griegos acabaron como primeros de grupo tras ganar los tres siguientes partidos y empatar el otro.

Con estos precedente y con la fe que siempre tiene el Villarreal, debemos confiar en que los amarillos no están todavía eliminados de la máxima competición europea de clubes.