¿Adiós a la leyenda negra arbitral?

El Levante ha empezado la temporada como un tiro. Da igual cómo tire la moneda, porque siempre le sale cara. En cinco jornadas se ha puesto tercero, en puestos de Liga de Campeones, sigue invicto, acumula tres victorias consecutivas y es capaz de sacar los partidos adelante incluso en tardes como la de ayer en las que parece jugar con las botas del revés. Es el mejor arranque de su historia en Primera División.

La supremacía granota ha hecho que en Orriols incluso se dé por acabada la leyenda negra arbitral. Ante el Espanyol el triunfo llegó a través de dos penaltis a favor y dos expulsiones en el rival. Todas ellas fueron decisiones merecidas. Rui Fonte tumbó a Juanlu en el primer penalti, Amat se colgó de Rubén en el segundo cuando encaraba puerta en solitario, lo que le valió la expulsión, y Pandiani enfiló el camino de los vestuarios tras un cabezazo en la espalda de Nano al estilo Zidane-Materazzi.

Fue la cuarta jornada consecutiva en la que el Levante jugaba en superioridad numérica tras haber visto cómo el rival veía al menos una roja también en los anteriores partidos: Racing, Real Madrid y Rayo Vallecano. Una importante vuelta a la tortilla que hace que los de Orriols presuman, ahora sí, de la vicepresidencia de Quico Catalán en la Liga de Fútbol Profesional. “Después de tantos males de cabeza, algo bueno debería tener”, dicen desde la directiva, donde sacan la cara por su presidente.

Y es que, pese a que es la Federación quien capitanea al colectivo arbitral, en el club piensan que el hecho de tener un peso específico en la LFP, sin olvidar que Quico está en las quinielas para formar parte de la Junta Directiva de la RFEF, hace que al Levante se le tenga un respeto inusitado hasta ahora en la élite. Lleven o no razón, que dure.