Farinós no quiere parar

Farinós ha llegado a Orriols con carrerilla. El centrocampista de La Torre le ha explicado a los dirigentes del Levante que ha renunciado a descansar en vacaciones y que está trabajando en solitario desde que acabó la temporada con un preparador físico tanto sobre el césped como en sesiones libres en el gimnasio. Y es que el valenciano es un ‘enfermo’ de las pesas y los batidos de proteínas, de ahí su figura, de la cual presumió en el despacho de Quico Catalán el día de su presentación levantándose la camiseta. Está en forma.

El Fari estuvo inédito en la primera vuelta de la temporada pasada por una tendinitis y apenas jugó los últimos 12 partidos, en los que no pudo hacer nada para ayudar al Hércules a evitar el descenso. Por ese motivo, el jugador quiere aprovechar la inercia positiva que trae para arrancar la pretemporada no ya al mismo nivel sino por encima de sus compañeros. Y es que él es el primero en tener claro que si está bien físicamente, como reconoció públicamente, es “muy bueno”, pero que si no lo está puede ser “muy malo”.

Su buen nivel sorprendió durante la revisión médica al doctor, que lo sometió a pruebas muy específicas para descartar problemas graves que desaconsejaran su fichaje. De hecho, si es capaz de mantener a raya la tendinitis, promete tener gasolina para rato.